¿Por qué a veces perdemos el hilo en una conversación? Neurólogo explica el motivo
¿A quién no le ha pasado que está en medio de una conversación y queda en blanco, olvidando el tema del que hablaba?
Generalmente a muchos les ha ocurrido al menos una vez, y esto es algo totalmente normal, según explicó Luis Valdés, académico del Departamento de Neurociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, a Página 7.
[lee-tambien]https://www.pagina7.cl/notas/sociedad/2019/05/01/enfermera-aclara-si-es-cierta-la-advertencia-no-salgas-con-el-pelo-mojado-para-evitar-resfrios.shtml[/lee-tambien]
El profesional señala que perder el hilo “tiene que ver con varias cosas. Uno, con fenómenos de atención; la atención es un mecanimo que le permite al cerebro destinar recursos neurales a un tipo de tarea, por ejemplo, conversación”.
“Cuando esa atención es un poco más baja uno puede perder el hilo, o perder lo que se llama la memoria de trabajo, que es memoria de corto plazo, que nos permite hacer cosas secuenciales y no olvidar lo que acabamos de hacer recién. El lenguaje es el mejor ejemplo, yo hablo y no repito cosas que ya he dicho porque de alguna manera eso se va almacenando en mi lóbulo central”, agrega el neurólogo.
Valdés, añade que “como todo sistema de memoria, son frágiles, pueden ser perturbados por un estímulo distractor ambiental muy fuerte y uno se interrumpe y, como esta memoria es de cortita duración, a uno se le olvida lo que acaba de decir y después retoma; o porque no tenía un estado atencional muy alto, o porque no tenía un estado de alerta muy alto”.
A lo anterior, explicó que nuestro cerebro pasa por distintos estados desde mínima paciencia, a máxima paciencia, entonces el cerebro no está tan encendido como uno quisiera. En ese sentido dio como ejemplo cuando uno está somnoliento, lo que también dificulta ese tipo de procesos y hace que se pierda el hilo o se olviden algunas cosas.
¿Por qué debemos esperar para recordar?
“Básicamente porque el cerebro es bien ordenadito entonces esta información es como modular, entonces van quedando estas memorias de alguna manera almacenadas en distintas partes del cerebro y bien estructuradas, entonces si uno vuelve hacia atrás es capaz de reactivar o reencender esas redes neuronales que codificaron esos trazos de memoria y pareciera ser más fácil retomar, empezar a recordar y de ahí en adelante seguir construyendo el resto del diálogo o lo que sea que uno estuvisese haciendo en ese momento”, dice Valdés.
¿Cuándo acudir al médico?
El académico de la Universidad de Chile aclaró que “en general cualquier patología cuando afecta el desenvolvimiento de mi vida diaria, es decir me dificulta llevar a cabo las actividades diarias, ahí es de preocupación”.
Por lo mismo señala que si a uno se le olvida algo de vez en cuando no es tan importante, pero si esto es recurrente, y todos los días pasa lo mismo, ahí uno podría preocuparse, y ser una alama para el especialista.
“Nosotros sufrimos habitualmente de olvidos -como cuando no sabemos dónde dejamos las llaves-, sin embargo esa memoria no está deteriorada, pero por un estado psicológico alterado – que se esté estresado, por ejemplo- uno en ese momento no lo puede evocar, pero pasa un rato y sí puede, o al otro día cuando ya no sirve igual te acuerdas”, añade.
Finalmente, recalca que “cuando los olvidos son recurrentes o los que acompañan a las personas que podrían tener patologías se empiezan a dar cuenta que todos los días se les olvida algo, o hay desorientación, debieran peocuparse más. Esto generalmente le ocurre a personas de la tercera edad que empiezan a desarrollar un deterioro cognitivo que es normal o esperable para la edad”.