Cuando niños algunos fantaseaban con Charlie y la fábrica de chocolate, otros soñaban con quedarse encerrados toda una noche en una confitería para comer hasta “reventar” todo tipo de dulces.

En la localidad de Werl, en el noroeste de Alemania, los habitantes tuvieron la posibilidad de lanzarse a disfrutar del cacao que salía a borbotones luego de una falla en la fábrica de bombones.

Efectivamente, en la planta de la empresa DreiMeister se presentó una situación complicada cuando una cañería que servía para transportar chocolate líquido se reventó en varios puntos, dejando escapar el líquido.

La emergencia fue socorrida de inmediato por los bomberos de la ciudad, y es que el desafío no era menor pues se estima que se trató de una tonelada de chocolate el que se derramó por la calle.

El trabajo fue mucho más difícil para los bomberos, pues por la bajísima temperatura ambiente el “dulce río” comenzó a solidificarse, por lo que tuvieron que -pala en mano- despejar las calles de verdaderos ladrillos de cacao macizo, el que tuvieron que sacar despegándolo del suelo con agua caliente, en una operación que duró cerca de tres horas.

En declaraciones a la prensa local, el director de la chocolatería dijo que podría haber sido peor si hubiese pasado en la semana de navidad.