La crianza de los niños, en especial de los bebés es algo muy complejo para los padres, pues están constantemente bajo la lupa para ver si hacen lo que la mayoría considera correcto.

Es en este escenario que el cuidado con el chupete que algunos bebés suelen usar es vital para algunas personas, pues al estar en contacto con la boca de los pequeños es un foco en el que pueden acarrearse muchas bacterias.

Ni pensar que se te caiga al suelo y vuelvas a dárselo al niño o niña, sin antes al menos lavarlo con un poco de agua.

Algunos, que son menos prolijos simplemente lo echan a su boca para limpiarlo y devolvérselo a su hijo, lo que para algunos es un acto ‘inapropiado’ e incluso ‘asqueroso’.

Pero te contamos que un reciente estudio señala que esta acción, que para muchos padres es una atrocidad, podría tener importantes beneficios para los bebés.

De acuerdo a una investigación publicada por la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI, por sus siglas en inglés) existiría una relación entre chupar el chupete de un bebé y un riesgo potencialmente menor de que éste desarrolle alergias o asma, según consigna el portal Huffingtonpost.

Lo anterior tendría relación con que al ejercer esta singular acción los padres transfieren microbios beneficiosos a los pequeños.

“La práctica de chupar el chupete podría ser un ejemplo por el que los padres les transmiten microorganismos saludables a sus pequeños”, asegura la profesional.

Sin embargo, aunque el estudio reveló que los hijos de madres que chupaban el chupete para limpiarlo tenían niveles más bajos de IgE (anticuerpo asociado a las reacciones alérgicas), aseguran que no está claro si esos niveles reducidos de IgE en los bebés se mantienen a lo largo de los años.