Quién no haya hablado mal alguna vez de su jefe, claramente está mintiendo, aunque más allá de las típicas quejas, cuando ese rechazo se vuelve una constante, es una señal de alarma que no puedes dejar pasar. Así al menos lo asegura la ciencia.
Un estudio realizado por un equipo de las universidades de Harvard y Stanford (Estados Unidos) y publicado por la revista Behavioral Science & Policy Association, detalla que el tener un mal jefe, puede ser tan dañino como ser un fumador pasivo, esto debido a las consecuencias que puede traer para tu salud el tener problemas en esta relación interpersonal.
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La investigación determinó que los riesgos de ser un fumador pasivo tienen relación con daños cardíacos, incluyendo “alteraciones en los niveles de triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre, lo que disminuye el colesterol bueno (HDL) y te hace propenso a enfermedades cardíacas”.
Esto mismo ocurriría al tener un mal jefe, ya que el estrés y la presión constante, pueden afectar la salud del trabajador, desgastando su organismo hasta el punto de enfermar.
Y este no es el único estudio que avala dicha teoría: la Asociación de Psicología de Estados Unidos llevó a cabo una investigación en la que se indica que la mayor causa de estrés en los trabajadores, se debe al comportamiento de sus superiores. “Para el 75 % de los estadounidenses, tener un mal jefe es la principal causa de su estrés”, detalla el informe.
Y los chilenos no estamos muy lejos de esa realidad. En una encuesta titulada “Chilescopio Zoom al Trabajo“, el 57% declaró “sentirse estresado o tensionado” en su lugar de trabajo, debido a su jefe.
Consultados respecto a las características que valoran de un jefe, el 59% escogió que sean “respetuosos y que traten dignamente”, seguido por “responsables y que cumplan sus promesas” con un 56%. Curioso si pensamos que esto debería ser algo básico en cualquier relación interpersonal.
Lo anterior evidencia que lo que más valoran los trabajadores en sus superiores, son las habilidades blandas, más que su desempeño como profesionales. De hecho, dejaron último en la lista la necesidad de que sean “creativos-innovadores” con un 23%.
En tanto, tener un superior abusivo, puede aumentar la probabilidad de padecer depresión esto debido al comportamiento al que deben someterse a diario. “Los líderes con alto nivel de psicopatía y narcisismo tienen más probabilidades de ser matones, por ende, sus subordinados no solo se sienten más deprimidos debido al comportamiento de acoso, sino que también son más propensos a participar en comportamientos indeseables en el trabajo”, según detalla un estudio de la Universidad de Manchester.