No cabe duda que en estas fechas el alimento estrella es la empanada de pino, ya sea de horno o frita. Y si bien varios días antes los nutricionistas nos bombardean con advertencias, poco se comenta de algunas técnicas sencillas con las que podríamos ahorrarnos sus buenas calorías.

Lo anterior radica en que varios nutricionistas comentaron a LUN que existe una práctica bastante común con la que podemos disminuir hasta en un 20% las calorías de una empanada de pino. Solo basta cortar los famosos “cachitos”.

Ricardo Catricheo, nutricionista, señaló al medio nacional que “cuando comes una empanada, no andas detrás de la masa, sino de la mezcla rica con el pino; si fuera por comer masa, mejor te comes una tartaleta“.

Para entrar en detalles, una empanada de unos 160 gramos, equivale a cerca 415 calorías, por lo que quitar los bordes de pura masa, podría restarle unas 83 calorías. Una cifra no menor.

Catricheo comenta esta técnica siempre con sus pacientes, ya que tanto las de horno como las fritas tienen bordes excesivos en cuanto a tamaño.

Por otro lado, Cinthya Morales, tecnóloga en alimentos, agregó que en los bordes se encuentra un tercio de la masa, lo que equivale a una importante presencia de materia grasa.

Otra nutricionista, María Alejandra Reyes, apuesta porque la empanada se sirva como plato de fondo y no como ‘entremés’, y retirar los bordes solo cuando sean exagerados. “Con las que hay que tener mucho cuidado, es con las empanadas con borde doble, que claramente es más masa“, sentenció.

Por último, la más recomendable es la empanada de pino de carne pero al horno, pues si está bien preparada aporta una buena dosis de proteínas. En la otra vereda están las de pino fritas y las de queso, las que según los especialistas, deberían consumirse con restricción y más que nada para “probarlas”.