Si hablamos de películas de terror, El Exorcista (1973) es, sin duda, una de las más famosas e icónicas de su género.

Basada en la novela homónima del mismo guionista de la producción, William Peter Blatty, el film que relata la posesión diabólica de una niña de 12 años cautivó a millones y se convirtió en una de las obras cinematográficas de terror más exitosas, siendo nominada a 10 categorías de los Premios Óscar.

Pero, ¿en qué se inspiró William Peter Blatty para crear esta aterradora historia? La respuesta podría perturbar a algunos: fue un caso real que data de hace más de 60 años.

En 1949, el Washington Post reveló la historia de Robbie Mannheim, un adolescente de 14 años que había sido sometido a un exorcismo debido a sus extraños comportamientos, los que fueron relacionados con una posesión diabólica, según informa el medio español ABC.

Por este motivo, el joven fue llevado al hospital jesuita de Georgetown, sin embargo, no lograron resultados positivos por lo que decidieron que fuese sometido a un exorcismo, el que fue realizado en primera instancia por el padre Albert Hughes.

No obstante, durante el rito, Mannheim comenzó a maltratar físicamente a Hughes, por lo que después tuvieron que intervenir otros religiosos.

Con la supervisión del arzobispo Joseph Ritter, los exorcismos se prolongaron durante tres meses hasta que un día el adolescente apareció con una marca en su cuerpo que decía “salida” y, como si nada hubiese ocurrido, el joven no sufrió más episodios y volvió a la normalidad.

Finalmente, profesionales que han estudiado el caso aseguran que su comportamiento podría relacionarse con el síndrome de Tourette, la esquizofrenia, la histeria o el desorden obsesivo-compulsivo. Sin embargo, los médicos nunca lograron encontrar una respuesta definitiva.