Ganarse la lotería es el sueño de millones de personas en todo el mundo. Llevarse uno de estos premios siempre será una situación de fortuna, pero obtenerlo por un error de ‘digitación’, es tener demasiada suerte.

Eso fue lo que vivió el chileno Roberto Parra, un ingeniero civil industrial y terapeuta natural de 41 años que hace un mes compró un boleto de Loto en Iquique que lo convirtió en millonario, pese a un error que él no cometió.

Resulta que Parra llevaba jugando los mismos números hace bastante tiempo, pero la última vez, al dictarlos a la vendedora, ésta cometió un error, y en vez de ingresar el “33”, digitó el “23”. Y ese mínimo cambio, fue su pasaje a la fortuna.

Guardé el boleto en la billetera y listo“, contó a BioBioChile el afortunado, quien hasta ese momento no se había dado cuenta del error cometido por la persona que lo atendió.

La sorpresa llegó a las dos semanas, cuando María Inés -su esposa- revisó el boleto. “Ella se dio cuenta que había ganado“, dijo. Tras esto, ambos se acercaron a cobrar el premio correspondiente al “Jubilazo”, el cual entrega una mensualidad de un millón de pesos por 20 años.

Fue entonces cuando Parra se dio cuenta que uno de los números no correspondía a los que él jugaba de memoria. Por un momento creyó que se había equivocado pero no: “Revisé el cartón y ahí estaba. Fue una sorpresa grata“, explicó.

Loto
Loto

Eso sí, no fue el único ganador, por lo que el premio tuvo que dividirse en dos partes de 500 mil pesos.

Sus proyectos tras el premio

Tras recibir el premio, Roberto quiero cumplir uno de sus principales sueños; construir un centro de sanación reconectiva en el centro de Iquique, según indicó al citado medio.

Hace algunos años ejerce de forma paralela como terapeuta natural, labor que realiza en su casa. “Me encantaría vivir al interior de la ciudad y tener un centro de sanación mayor“, indica, pero hacerlo requiere de “más recursos” y en su caso el Loto le dio un “empujoncito”.

“Es muy lindo y funciona de verdad”, dijo sobre la actividad que realiza, misma a la que atribuye sus logros”. “Al principio, uno mira estas disciplinas de lejos pero cuando te inmiscuyes comienzan a pasarte cosas. Logras lo quieres y deseas, y el Loto fue una más“, reflexionó el hombre que no ha tenido una vida lejana a las complicaciones.

Francisco Longa | Agencia UNO
Francisco Longa | Agencia UNO

Una mirada optimista sobre su vida

Si bien ahora luce feliz, la vida no ha sido algo fácil para Parra. Sus dos hijos (de 8 y 6 años) tienen enfermedades que obligaron a su esposa a quedarse en casa al cuidado de ambos. Uno de ellos padece parálisis hipercalémica; y la niña vive con artritis reumatoide.

Mis niños han tenido sus temas (…) Desde chiquitos han sufrido enfermedades. Mi hijo tiene una enfermedad un poquito más compleja, y mi hija otra que nos lleva a hacer controles médicos cada año“, comentó. Pese a todo se mantiene optimista.

“A medida que pase el tiempo estoy seguro que esto irá cambiando y mejorando. Ellos formarán sus propias visiones positivas de la vida que repercutirán en su condición física. Tengo mucha fe en que ellos mejorarán“, añadió junto al explicar que el dinero también será de apoyo para los controles médicos. “En este momento uno mira para atrás y piensa: “y pensar que pasamos por cosas como estas y ahora estamos aquí”, agregó.

También contó que hace poco sufrió el robo de su auto, el que habían adquirido con mucho esfuerzo, y que la llegada del premio fue “un regalo que viene de las energías del universo”, y del cual sólo puede estar agradecido.

Quiero decirle a la gente que no hay que ver para creer, sino que creer para ver”, expresó finalmente.