Siete años de matrimonio, tres hijos, y una sólida relación es lo que suelen demostrar el príncipe William y Kate Middleton, sin embargo, el romance de los actuales duques de Cambridge no siempre ha sido color de rosas.

Hubo un año en el que la pareja vivió su peor crisis, una que casi los llevó a la separación definitiva. Ocurrió en 2007 tras la más profunda diferencia que se ha conocido de ellos. En ese tiempo llevaban cuatro años de noviazgo.

El impensado motivo de esta discusión sucedió durante la Navidad del año anterior, cuando tuvieron que decidir justamente dónde pasarían las festividades.

Resulta que el mayor de los hijos de Lady Di disfrutaría la fecha especial junto a los familiares de Kate, pero el heredero a la corona británica cambió de parecer cuando faltaban pocos días y se quedó junto a la reina Isabel II, su abuela, siguiendo así la tradición familiar.

Esta situación colmó la paciencia de su -ahora- esposa, y escaló tanto que ambos decidieron colocar punto final a su relación. Afortunadamente este impasse duró unos cuantos meses, la crisis acabó y volvieron a estar juntos luego que William se mostrara arrepentido, según compartió en su momento El País.

Cuatro años más tarde se casaron, y han formado una familia junto a sus tres retoños: George, Carlota, y Luis. Los dos primeros tiene 5 y 3 años respectivamente, y el menor sólo cuatro meses de vida.