La Reina Madre de Inglaterra fue mucho más beneficiosa con su nieto, el príncipe Harry que con William al momento de dejarles su herencia.

Isabel Bowen-Lyon falleció en 2002 pero antes dejó estipulado cuánto recibirían sus herederos: repartidos entre los hermanos y la reina Isabel II, su hija.

Según consignó el Huffingtone Post, dejó 16 millones de dólares para Harry y William de los 80 en que estaba valorada su fortuna, aunque la mayor parte la recibió su hija.

Al parecer la orden era clara, según aseguró Harper’s Bazaar, el duque de Sussex tendría que heredar más dinero que el duque de Cambridge, por una especial razón.

Su intención era compensar a Harry, ya que cuando William asuma como rey tendrá mayores privilegios que su hermano.

Cabe señalar que William es el segundo en línea de sucesión para ocupar el trono, mientras que Harry el sexto.