“Y vivieron felices para siempre”, es el final ideal para los cuentos infantiles, los que generalmente los padres utilizan para hacer dormir a sus hijos o son relatados en los colegios dejando una supuesta moraleja, sin embargo, en algunos de ellos algo se esconde algo bastante oscuro.
Blancanieves es un relato creado por los hermanos Grimm en 1812, cuento que dista bastante de la versión realizada por Disney en 1937, donde una joven es rescatada por un príncipe del hechizo de la manzana envenenada que le dio su madrastra.
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De hecho, el final en la historia de estos alemanes no es para nada apta para niños, ya que el príncipe ordena que la malvada bruja se coloque un par de zapatos de hierro candente y baile hasta que caiga muerta. Todo esto porque había creído que la mujer se había comido el corazón de la princesa, cuando en realidad era el de un jabalí.
Debido a este contenido de alto calibre, un grupo de investigadores teutones decidió investigar detrás de esta macabra historia y saber en qué se habrían inspirados Los Grimm para su creación, según detalló el medio español ABC.

Tras diversas investigaciones, existen distintas teorías, sin embargo la más fuerte es la que se basaría en la vida de María Sofía Margarita Catalina Von Erthal, una princesa alemana que fue despreciada por su madrastra.
Hija del conde de Kurmainz, Philipp Christoph von Erthal, María Sofía era huérfana de madre y quedó ciega parcialmente a causa de una viruela. Su desafortunada vida y carácter bondadoso la hizo ganadora del cariño de todo el pueblo.
A dos años de quedar viudo, Philipp contrajo matrimonio con la condesa imperial de Reichenstein -Claudia Elisabeth Maria von Venningen- la que se decía que era “malvada” al priorizar siempre los hijos de su matrimonio anterior.
Espejito, espejito

Además de la coincidencia de la madrastra, existe otra que involucraría al mítico espejo. En el castillo de Rieneck, propiedad del conde von Erthal, se conserva un “espejo parlante”, el que sería idéntico a uno que estuvo de moda en el siglo XVIII y era fabricado en Lohr, ciudad conocida por la manufactura de espejos y cristales.
Este artefacto habría inspirado a los hermanos Grimm a incorporar a su historia el espejo donde la madrastra preguntaba “¿Quién es la más bonita del reino?”.
“Los 7 enanitos”

Según las investigaciones, la joven habría tenido un contacto cotidiano con los trabajadores de las minas de Bieber. Dichos hombres eran pequeños de contextura (o incluso niños) debido a la estrechez de los pasillos del lugar, por ello los hermanos Grimm habrían creado a los 7 enanitos que acompañaban a Blancanieves.
En la vida real, muchos de esos mineros no tenían un final feliz, ya que las condiciones labores en ese lugar no eran las más óptimas, y muchos de ellos morían siendo solo unos infantes.
La manzana envenenada

En el cuento de los hermanos Grimm, la malvada madrastra le habría dado una manzana a Blancanieves para envenenarla y dejarla durmiendo eternamente, sin embargo en la historia de María Sofía la situación era otra.
La salud de la princesa alemana no era de la mejor, lo que la obligaba a estar en cama por largos períodos, hechos que habría servido para la interpretación de Los Grimm en su cuento.
Respecto al ataúd de cristal, podría originarse a una importante industria de vidrios que existía en la zona, donde creaban urnas transparentes que aún se conservan en algunas iglesias católicas del país europeo.



