En más de alguna ocasión de seguro te has encontrado con un chicle pegado ya sea en el suelo, tu zapato, la mesa o incluso una silla, situación que genera un profundo desagrado.

Pues eso es lo que había hecho un niño que visitó el teatro de Quillota y dejó un masticable pegado en una de las butacas, pero esta historia terminó de buena manera gracias a la inocencia del menor.

A través de su fan page el Centro Cultural Leopoldo Silva de Quillota contó que -el 16 de junio- un asistente olvidó una de sus pertenencias. Junto al mensaje subieron una foto en la que se veía una goma de mascar adherida a la parte baja de uno de los asientos.

Amigo o amiga, le tenemos su chicle que dejó olvidado hoy bajo la butaca del Teatro. Puede pasar a buscarlo en horario de oficina“, publicaron junto a una serie de emoticones que demostraban asco.

El post, medio en broma, medio en serio, dio paso a una serie de reacciones de parte de los cibernautas, quienes criticaron el mal actuar de la persona responsable de aquel chicle.

Pero todo cambió este martes cuando el culpable se acercó al teatro muy arrepentido por lo que había hecho. “Vino un niño muy compungido junto a su padre, a pedir sinceras disculpas por lo sucedido“, indicó el centro cultural en un nuevo post. Su gesto fue una “sorpresa” para todos.

Nos dimos un gran apretón de manos y se fue con un jarrón de regalo del Centro Cultural, para que siempre quiera volver (pero sin chicle)“, enfatizaron desde el teatro. “Todos aprendimos una gran lección” comentaron antes.

De seguro el pequeñuelo no volverá a repetir tan malos actos. ¿Qué te pareció su actitud?