En general se suele recomendar mantener lo más lejos posible de uno a las personas tóxicas, pero ¿qué pasa cuando eres tú?.

Esta situación se puede dar más de lo que pensamos, ya que según explican los expertos, quienes poseen esta desagradable característica no suelen percibirlo, creyendo incluso que el resto son los que están mal.

Según la psicóloga y autora del libro Detox Emocional, Silvia Olmedo, hay claras señales que el entorno entrega para que te des cuenta que eres “esa persona tóxica” que todos quieren eludir. “Que eviten tu compañía o no quieran discutir contigo son señales. Otro indicio de sospecha es cuando no te dicen lo que piensan o en todo te dan la razón porque te tienen miedo. Por otra parte, si somos personas inseguras, con una autoestima baja o controladora, la probabilidad de que creemos relaciones tóxicas es muy alta”, explica en El País.

Pero ¿qué es una persona tóxica? Olmeda declara que este tipo de personalidades son “aquellas que nos hacen daño”; en tanto, el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos agrega que estas personas llegan a ser así debido a que “son fundamentalmente poco empáticas, proyectan sus carencias. Creen que poniendo el foco negativo fuera, en el otro, superan sus miserias y problemas”.

Entonces ¿cómo podemos saber que nosotros tenemos esta característica?, los especialistas declaran que existen 5 rasgos fundamentales para autoevaluarse, y así buscar la solución a este problema social.

1. La vida es injusta o mala conmigo

Una persona tóxica tiene un ego tan grande, que no permite ver los claros y oscuros de la vida, porque siempre cree que merece lo mejor y todo debe resultar de maravillas.

2. La opinión del resto no me importa

A diario estamos expuestos a la opinión del resto, más si nos desenvolvemos en un mundo laboral. Es ahí cuando te ves enfrentado a la crítica, si eres de los que rechaza la opinión del resto, desvalorando sus puntos de vista, algo está pasando contigo.

3. Soy incapaz de reconocer los logros y méritos de los otros.

Un compañero logró un triunfo y si tú en vez de alegrarte o felicitarlo, dices “fue suerte de principiante” o “yo también lo hubiese hecho”, es porque la envidia es más fuerte que cualquier cosa. Y aunque no expreses ese sentimiento, si lo piensas, es porque tienes rasgos tóxicos.

4. La eterna víctima

Si no tienes la capacidad de enfrentar tu responsabilidad y siempre culpas al mundo por lo malo que te sucede, eres una persona tóxica, ya que la poco autocrítica es una las características.

5. Agresiones verbales y/o físicas

La primera señal de alarma de que eres tóxico es no saber dialogar en calma. El primer derecho intransmisible de todo ser humano, es mantener su propia integridad, y si tú eres capaz de sobrepasar ese límite del otro, es porque algo no anda bien en ti.

Pero no todo es malo, ya que esta conducta es algo que se puede cambiar. Para Silvia Olmedo la solución es bastante simple: “Cambia el chip, céntrate en ti, no te compares, cuídate, alimenta tu vida emocional y espiritual de experiencias positivas. Si eres una persona que ama lo que eres, es difícil que seas una persona tóxica, al contrario, serás una persona nutritiva para la gente que te rodea”.

Sin embargo para Rizaldos esto no es tan fácil. “Resulta muy complicado que una persona con estas características sea consciente y reconozca que es tóxico. Tendría que ocurrir una experiencia muy significativa en su vida, para que sea un punto de inflexión que provoque ese reconocimiento”.

Es por ello, que los expertos recomiendan que si no eres capaz de autocontrolarte y tu vida va en picada, es mejor que busques ayuda profesional y así puedas comenzar a mejorar tu comportamiento.