Hace unos meses, una llamativo caso en Rusia impacto al mundo. Kirill Tereshin, el conocido ‘Popeye ruso’, se inyectó una mezcla de aceite en sus brazos, para poder hacer crecer su musculatura.

Las extremedidades llegaron a tener un diámetro de 60 centímetros y todo gracias a que se inyectó una mezcla compuesta por aceite de oliva, alcohol bencílico y lidocaín. Kirill presumió en sus redes sociales cómo cambiaba su cuerpo, sin embargo, hace unos días su discurso cambió.

“Pido a Dios que el alma salga de mi cuerpo, no puedo aguantar el dolor”, con esas palabras Tereshin relató lo que está sufriendo hoy, según lo consignado por el diario ruso MK. Y es que lejos de lo que esperaba, este joven hoy está soportando las consecuencias de su operación.

Según lo consignado por el portal británico The Sun, el cuerpo de este muchacho está rechazando el aceite que se inyectó hace un tiempo. Esto ha provocado que se genere un ardor tan profundo, que ni el hielo que se aplica, le sirve de algo.

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“Me aplico hielo durante una hora y tomo medicinas tres veces al día”, comentó Kirill, pero ni eso le ha ayudado, por lo que le ha asegurado que lo único que quiere es morir.

Sus doctores no le han dado pronósticos muy alentadores, ya que le aseguran que es probable que tengan que extirparle sus dos extremidades superiores.