El bostezo es una respuesta innata de nuestro cuerpo cuando estamos cansados, y de seguro muchos coincidirán en que no hay nada más incómodo que esto, pues a veces se vuelven incontrolables.
Esta manifestación de cansancio ocurre porque el cerebro reduce sus niveles de oxígeno, y a través de los bostezos intenta regular el suministro de este vital elemento que le llega.
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En este sentido una de las mayores incomodidades de esta acción son las lágrimas que se asoman cuando los bostezos son incontrolables, pero ¿por qué sucede esto?
La respuesta es muy simple, pues al bostezar muchos músculos se ponen en funcionamiento, especialmente los del cuello y la cara, donde se encuentran los músculos de los párpados, los que al contraerse generan la producción de lágrimas.
Lo anterior ocurre porque los párpados ejercen presión sobre las glándulas lagrimales; como consecuencia de esto, en algunas oportunidades, terminamos llorando tras bostezar, según consignó el portal Salud 180.
Pero aunque a veces provoca mucha incomodidad, bostezar es una de las acciones que genera grandes beneficios para la salud, pues estimula la circulación sanguínea, la que aumenta desde el tronco hasta el corazón.
¿Lo sabías?