Bailey Gibson es una joven californiana de 23 años que tenía todo listo para casarse pero cambió de parecer tras enterarse de que su novio la había engañado dos veces.

La estadounidense que fue dada en adopción cuando era un bebé y que luego fue criada por una estricta familia cristiana que no la dejaba escuchar música que no fuera religiosa, mirar televisión, tener amigos ni menos pasar una noche fuera de casa.

En la adolescencia, cuando tenía 16 años, Bailey fue enviada a un internado en Missouri, donde tampoco se le permitía hablar con niños. Luego de graduarse conoció a su padre biológico y más tarde decidió mudarse a Wisconsin para vivir con su abuela.

Allí conoció a un joven, también cristiano, y juntos comenzaron una relación amorosa. Ella decidió permanecer virgen hasta que se casaran, sin embargo, todo cambió cuando se enteró que el joven la había engañado con una expareja.

La primera vez decidió perdonarlo y fueron juntos a terapia, pero en una de las sesiones se enteró que la había engañado una segunda vez y con otra mujer. “Después de un duelo por un tiempo, llegué a la conclusión de que esperar hasta el matrimonio para perder la virginidad era una decisión equivocada, y mi exnovio me demostró que no valía la pena esperar. Entonces, decidí que iba a obtener algo a cambio de mi virginidad, algo que me beneficiara a mí y a mi vida“, explicó la joven, según consignó el medio inglés Metro.

Por lo anterior, Gibson decidió que iba a perder su virginidad de la manera más rentable posible, y así llegó al conocido burdel estadounidense Moonlite Bunny Ranch en Nevada, donde está subastando su ‘pureza’.

Gibson en 'Moonlight Bunny Ranch'
Gibson en ‘Moonlight Bunny Ranch’

La joven espera llevar una vida mejor gracias al dinero que recibirá, y aseguró que no siente vergüenza ni miedo a los prejuicios de su entorno. “La sociedad me percibe como una desviada, y estoy de acuerdo con eso. Al final del día, es mi cuerpo. Pasar por Bunny Ranch me permite tener sexo por dinero legalmente. ¿Esto me convierte en una prostituta? No lo sé. Si tomas una foto una vez, ¿eso te convierte en fotógrafo?“, cerró.