Cuando se celebró la llegada del 2016, en la noche de año nuevo, el matrimonio conformado por Lexi y Danny Reed pesaban 219 y 127 kilos respectivamente. Fue por esto que ambos decidieron hacer un cambio radical en su vida: bajar de peso para cuidar su salud y sentirse cómodos con sus cuerpos.
Para dejar en evidencia que esto iba en serio, crearon la cuenta de Instagram @fatgirlfedup, donde día a día iban compartiendo imágenes de su progreso. A dos años de este juramento el cambio es impresionante.
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A partir de 01 de enero de 2016 empezaron a trabajar en su meta, cambiaron su alimentación y comenzaron a ir al gimnasio. Hoy, la promesa fue cumplida, ya que Lexi ahora pesa 82 kilos, mientras que Danny pesa 86.
“Hacer esto como pareja nos ha ayudado de muchas maneras. En los días en que no estábamos motivados, nos empujamos mutuamente para ir al gimnasio. También comenzamos a preparar comidas juntos, estableciendo objetivos, y día a día o peso a peso crecimos a lo largo de nuestro viaje”, comentó Lexi al portal ABC News.
Las primeras imágenes de la red social muestran a la pareja en un evidente sobrepeso: “Cuando pesaba 219 kilos, nunca cocinaba. Mi esposo y yo salíamos a comer y si cocinamos en casa, era pizza congelada o cualquier otra cosa no saludable. Descubrimos que al preparar las comidas en lugar de depender de la comida rápida, pudimos mantener nuestras metas cuando íbamos al trabajo. Y al aprender a cocinar nuestras propias comidas, estábamos a cargo de lo que comíamos”, relató Lex.
La cuenta de Instagram del matrimonio no tan sólo se convirtió en una bitácora, sino que también resultó ser una fuente de inspiración para muchos otros. De hecho, hoy cuentan con más de 460 mil seguidores que no tan sólo comentan, además comparten cómo han seguido los consejos de Lexi y Danny.
“No hay palabras para explicar la sensación de salvar su propia vida. Entrando en 2018 no tengo más que una felicidad recién descubierta para esta vida que estoy viviendo. Ya no soy una prisionera en mi propio cuerpo y en lugar de solo existir en mi propia vida, finalmente estoy viva. Todos los días que me levanto es una bendición”, concluyó Lexi.