La gonorrea, sífilis, herpes genital o virus del papiloma humano, son enfermedades de transmisión sexual que la mayoría conoce puesto que existe más información al respecto tanto en Internet como en recintos médicos, sin embargo, existen otros enemigos bastante silenciosos que pueden ser igual o más perjudiciales para nuestra salud.
En este caso hablamos del Mycoplasma Genitalium (M. Genitalium), una infección producida por una bacteria que coloniza el tracto genitourinario produciendo uretritis en hombres y cervicitis y enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) en mujeres.
Si bien en los últimos se ha hablado con más fuerza sobre esta enfermedad, lo cierto es que se descubrió en los años 80, por investigadores de la University College London, aunque su conexión sexual y posterior prevalencia comenzó a mediados de los 90, según consignó el portal LiveScience.
Al menos así lo confirmó la profesora de epidemiología Lisa Manhart, de la Universidad de Washington, quien señaló que en los primeros estudios sobre esta ETS, se determinó que las personas que tenían M. genitalium solían tener parejas sexuales que también presentaban esta bacteria en su sistema.
Asimismo, un estuio de 2015, publicado en la revista académica International Journal of Epidemiology señaló que los estudios sobre esta infección, han establecido que es más común en personas que habían tenido al menos cuatro nuevas parejas sexuales en el último año, y también en aquellas que mantenían relaciones sexuales sin protección.
Cabe señalar, además, que según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, la M. genitalium sería una “ETS” bastante más común que la gonorrea.
En esa línea, la doctora Karla Ferreres García, del departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, España, señaló en un artículo publicado por La Vanguardia, que entre los síntomas más comunes, en hombres, está la inflamación de la uretra con escozor al orinar, picor en la zona y secreción de pus por la uretra.
En el caso de las mujeres, los síntomas se manifiestan con la inflamación del cuello uterino, la que puede manifestarse o no con alteraciones del flujo vaginal, sangrado al tener relaciones sexuales o escozor al orinar.
A los síntomas anteriores, en mujeres, se pueden agregar algunas molestias como inflamación pélvica, dolor abdominal, molestias en las relaciones sexuales y flujo vaginal fuerte o maloliente. Sin embargo, estos también son similarres a otros gérmenes por lo que es importante acudir al médico para un diagnóstico certero.
Cabe señalar que al ubicarse en la vagina, el cuello uterino y el endometrio, también podría estar relacionada como una causa de infertilidad y de embarazos ectópicos (se desarrolla fuera de la matriz).
Tratamiento
Según Manhart, se recurre a antibióticos que tratan enfermedades como uretritis, cervicitis y EIP, sin embargo, no son muy eficaces. Por lo anterior, los especialistas van sospechando que el paciente es víctima de M. genitalium cuando los antibióticos recetados no funcionan.
De este modo, al detectar la bacteria, se recetan otros antibióticos más fuertes y eficaces, en un tratamiento que no dura más de cinco días.
Por otro lado, Ferreres García, agregó que para detectar la enfermedad se suele realizar un exudado genital en mujeres y un estudio de la orina en hombres. También se recomienda informar a su pareja o compañero sexual, para que en el caso de tener la infección, ambos se sometan a tratamiento.
Por último, ten claro que para evitar el contagio de esta y otra ETS, siempre debes usar preservativo.