Te imaginas desmayarte o perder el control de todos los músculos de tu cuerpo cada vez que te ries. Eso es lo que la pasa a una pobre muchacha inglesa que sufre de una extraña condición llamada cataplexia.
Esta enfermedad produce que ante cualquier emoción fuerte, no sólo la risa, sino que también episodios de rabia o miedo, por ejemplo, los músculos del cuerpo pierdan su tono y por tanto, la persona pierden sustento de fuerza y termina cayendo, prácticamente inerte.
El caso de Hannah Pryer se ve aumentado además porque sufre narcolepsia, otra grave condición que produce episodios de sueño y cansancio repentino, lo que hace aún más compleja su vida, que tiene que transcurrir prácticamente sin alteraciones de ningún tipo.
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Su familia ha tratado de conseguir que ella sea una de las primeras menores de edad en el Reino Unido en probar con un nuevo medicamento llamado Xyrem, que ha logrado dar una vida normal a varios narcolépticos, sin embargo, no han podido conseguirlo.
Sospechan que es por el costo del tratamiento, que debe ser cubierto por atención primaria y que corresponde a más de 13 millones de pesos anuales por el sistema, aunque para ellos de forma particular podría resultar aún más caro, de hecho, impagable.
“He escuchado que puede ser genial para algunas personas, pero me rechazaron a mi”, y su padre, Martin, agregó ” Como muchas cosas, al parecer todo se resulve con dinero, todo tiene que ver con dinero”.
La jovencita de 16 años comenzó a sentir los primeros síntomas hace 2 años, luego de enfermarse de influenza.
” Me quedaba dormida en clases. Sentía que me cabeza no se sostenía cuando me reía o cada vez que sentía una emoción fuerte. Finalmente mi hermana me hizo reir mucho y terminé derrumbada en el suelo”, confesó la pobre Hannah sobre como sentió las primeras veces que la atacó esta extraña condición.
La brutal mezcla de estas dos “enfermedades” no dejarán, por ejemplo, que ella pueda manejar, pero lo más grave es que no podrá tener una vida normal sin tratamiento e incluso su cuerpo sufrirá las consecuencias, no sólo por las caídas, sino que por una posible deformación, ya que naturalmente se encorva en modo de protección en caso de sufrir cualquier emoción fuerte, es como un escudo que ella usa para evitar quedarse dormida o colapsar.
Dramática historia de esta pequeña, que sólo quiere un tratamiento efectivo que lamentablemente sus padres no pueden costear.