Una solitaria mujer de Nueva York, Marie Bowman (70), entró en pánico al darse cuenta de que se sentía mal y ni siquiera cabía por la puerta frontal para ser asistida por una ambulancia. No era un problema menor: ésta había llegado a pesa 412 kilos, a raíz de una depresión y una condición conocida como linfedema.
La situación se volvió tan complicada, que tal como consigna el medio estadounidense New York Post, ella debió ser rescatada por todo un cuartel de bomberos con una grúa, desde el segundo piso de su edificio en Harlem (Nueva York, Estados Unidos). Ella explicó que fue la primera vez que se dio cuenta de que no podía salir: “Me puse demasiado grande. Y estaba aterrorizada, porque jamás te imaginas que no serás capaz de salir por tu puerta”, agregó.
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Finalmente, lograron trasladarla al Hospital Saint Luke, lo que se convirtió en su primera vez saliendo de su hogar en más de un año. Tras este susto, Marie prometió mejorar y bajar de peso. El fallecimiento de su hijo adoptivo, su madre y su abuela la habría afectado a nivel físico y psicológico.
“Perdí a mi madre en agosto de 1999, a mi abuela en marzo de 2001 y nunca tuve mi luto. Fue demasiado”, explicó. Poco después, murió su único hijo de 19 años en un accidente de motocicleta, empeorando su condición.
Además, ella sufre de linfedema, una condición que produce inflamación a lo largo de todo el cuerpo, pero especialmente en las extremidades, debido a que acumula líquidos alrededor de las células adiposas. Ahora, Marie espera seguir una estricta dieta y recurrir a los medicamentos para volver a recuperar su vida.
“Sentir el sol en mi cara de nuevo nunca antes se había sentido tan bien”, afirmó, en referencia a su primera salida de su casa en un buen tiempo.