Una serie de ecografías realizadas a la hembra panda del zoo nacional Smithsonian de Washington reveló que Mei Xiang está probablemente embarazada de nuevo, dos años después del nacimiento del favorito de los visitantes: el bebé panda gigante Bao Bao.
Los nacimientos en cautividad de esta especie en peligro son muy raros y el director del zoo, Dennis Kelly, se ha confesado “prudentemente optimista”, en el comunicado que acompaña a la foto de la ecografía.
En la imagen se puede ver un feto de cuatro centímetros que indica que Mei Xiang podría dar a luz en cualquier momento, entre la semana que viene y principios de septiembre.
Sin embargo, puede ser que el animal, prestado a Estados Unidos por China, tenga un falso parto y reabsorba el feto.
Mei Xiang, que ya ha dado a luz dos bebés que sobrevivieron, fue inseminada artificialmente en abril con el esperma congelado de Hui Hui, un panda gigante que vive en una reserva de China, y luego con el esperma de Tian Tian, el macho del zoo de Washington y padre de Bao Bao, que cumple dos años este domingo.
Si la panda da a luz con éxito, un test de ADN permitirá saber quién es el padre del pequeño.
El pasado mes de julio Mei Xiang ya había mostrado algunos síntomas de embarazo: dormía más, construyó un nido y pasaba mucho tiempo en su guarida.
Los nacimientos de pandas, de los que apenas 2.000 individuos subsisten en libertad según el World Wildlife Fund, proliferan últimamente con el nacimiento el pasado martes de un bebé panda en el zoo de Kuala Lumpur, en Malasia.
Gran mamífero poseedor de un patrimonio genético próximo al del oso, el panda se alimenta exclusivamente de bambú, pesa unos cien kilos de media y mide hasta 1,80 metros. Su particularidad es que tiene seis dedos y su nombre significa literalmente “gato-oso”.