Sin duda, son una de las preparaciones preferidas en época invernal, sobre todo cuando las temperaturas están bajas y la lluvia acecha, pero también durante las celebraciones de las Fiestas Patrias.

Una excesiva y deliciosa fuente calórica son las sopaipillas, puesto que cada unidad de aproximadamente 50 gramos aporta 140 calorías, y para ser francos, nadie puede comerse sólo una. Además, pocas veces se comen solas, ya que casi siempre se acompañan con queso, pebre, chancho en piedra, mostaza o arrollado. Cabe destacar, que la dieta diaria de un adulto es de 2 mil calorías.

Para paliar la ingesta indiscriminada, el diario Publimetro recurrió a la nutricionista de la Universidad San Sebastián, Maria Paz Espinosa, para que en su experiencia entregara soluciones con tal de reducir lo más posible las calorías de este apetitoso alimento.

“Es un producto de alto contenido calórico y grasas dañinas que contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad o alteraciones del colesterol”, manifestó Espinosa, agregando que el gran culpable de aquello es el aceite. “Al calentar el aceite se forman una serie de compuestos como ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, radicales libres e hidrocarburos, entre otros, que son altamente tóxicos para el organismo y que se asocian a la aparición de cáncer o enfermedades cardiovasculares”.

Para que el aceite sea menos dañino, se debe preferir el vegetal por sobre la manteca o de origen animal. Lo otro es que debe estar muy caliente (160-200 ºc) antes de freír las sopaipillas, para que de inmediato se forme una costra que impida que la masa se impregne o absorba una mayor cantidad de grasa.

Francisco Briones | Página 7
Francisco Briones | Página 7

También se pueden hornear

Pese a que para algunos el sabor a fritura no tiene comparación, sí se puede conseguir un gusto similar y más liviano.

De acuerdo a lo anterior, la misma masa sirve perfectamente para prepararse al horno. Luego de amasar, se deben “poner (las sopaipillas) en la lata del horno con margarina o rociada de aceite a 200°C por unos 7 minutos y luego aumentar la temperatura a 250°C unos 3 minutos más”, y listo, acotó Espinosa a diario Publimetro.

Finalmente, y para evitar que el aceite sea aún más dañino, si se cocina en casa no se debe freír más de tres veces con la misma porción, y para aquellos que consumen “sopaipas” en la calle, una buena forma para reconocer que esté fresco es a través del color: debe estar transparente y claro.