Cualquiera se puede equivocar, y lo cierto es que el encargado de sintonizar la tele en uno de los locales de Kentucky Fried Chicken en “Gringolandia”, debe haberse llevado una gran reprimenda de su jefe.

En los viajes en bus suele verse este tipo de errores por culpa del cobrador que pone la película inadecuada, pero eso resulta más raro verlo en un restaurante.

Gerard Whalen es un sujeto norteamericano que llegó hambriento a comer una buena porción de pollo frito al mencionado local, cuando de pronto quedó con la boca abierta al ver que en el televisor dispuesto en el lugar se exhibía una serie subida de tono de nombre Outlander, de acuerdo a lo informado por diario La Cuarta.

De hecho, el hombre grabó la situación para dejar registro de aquello. Como se observa, los segundos pasan y los encargados del negocio no se inmutan en cambiar o apagar la tele.