La película Braveheart o Corazón Valiente cautivó a todos con la historia de William Wallace, interpretado por Mel Gibson. Sin embargo, el filme ganador de un Oscar esta siendo cuestionado por historiadores que no coinciden con el perfil histórico del personaje principal.

La acusación que le realizaron a los creadores de la cinta es que habrían barnizado la historia, puesto que existen muchísimas inexactitudes y se oculta el origen real de Wallace. Hollywood lo presenta como un líder proveniente del humilde pueblo escocés, pero según figuran los registros, el protagonista tendría orígenes nobles.

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Los escritores de La Invención de la Tradición, Eric Hobsbawn y Terance Ranger, coincidieron en que el proceso de crear esta historia fue en el auge de la Europa del Romanticismo, tendencia que vanagloriaba la figura del noble salvaje que lucha por defender la patria. Este enfoque nacionalista se ve claramente en la película que protagonizó Mel Gibson.

La apuesta cinematográfica está basada en el épico poema The Actes and Deidis of the illustre and Vallyeant Campioun Schir William Wallace, escrito por Blind Harry en 1470 aproximadamente, cerca de dos siglos después del nacimiento del líder. Esta obra literaria se habría popularizado gracias a la adaptación del poeta William Hamilton en el proceso de restablecimiento de la Escocia legendaria, de acuerdo a lo informado por el portal Hoy Cinema del diario español ABC.

Harry afirmó que su poema lo habría creado en base a las experiencias del amigo de Wallace escritas en un libro, que nunca se ha podido encontrar.

Braveheart

Un poco de historia

El perfil histórico que actualmente se posee de William Wallace es que fue un hidalgo nacido en Elderslee, condado de Ayrshire, y como todos los segundos hijos de las familias cristianas entregó su vida a una carrera eclesiástica, pero esta pretensión fue abandonada y aún no se conocen las razones exactas.

Luego de su deserción de clerigo se unió a la guerra contra Inglaterra, algunas hipótesis señalan que fue producto de la muerte de su padre en una incursión inglesa que se habría interesado en esta área. En esa época, Eduardo I de Inglaterra conocido como El Martillo de los Escoceses intervino en Escocia a finales del siglo XIII.

Se dio inicio a la guerra con el saqueo de la ciudad de Berwick por parte de las tropas de Eduardo I de Inglaterra en marzo de 1296, a continuación del hecho vino la abdicación de Juan de Balliol y la derrota de las tropas escoceses en la batalla de Dunbar.

El liderazgo de William Wallace tuvo su auge cuando la situación parecía bajo control inglés, en ese momento el nacionalista junto a Andrew de Moray, personaje histórico omitido en la película, comenzó una nueva rebelión.

Un hombre alto con el cuerpo de un gigante, de aspecto jovial, con facciones agradables, ancho de espaldas y de huesos grandes” así fue caracterizado Wallace por Walter Bower cuando arrasaron por completo el ejército inglés.

A pesar de los títulos que obtuvo gracias a su exitosa batalla, Wallace tuvo que huir luego de que su reputación fuese gravemente dañada, debido a su derrota en la batalla de Falkirk.

El líder pidió apoyo al rey Felipe IV de Francia y al Papa Bonifacio VIII, sin embargo, no tuvo acogida y su exilio fue inminente a las islas británicas. Al regresar a Escocia e intentar una nueva rebelión en 1305 es traicionado y capturado por Glasgow.

La muerte de William Wallace fue macabra, lo desnudaron y arrastraron por la ciudad con sus talones atados a un caballo. “Fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello, descolgado antes de que se ahogase, emasculado, eviscerado, y sus intestinos fueron quemados ante él, antes de ser decapitado” detalla el libro de Hugh Trevor Roper.

Otras invenciones históricas de la película son el uso de la pintura de guerra y la falda escocesa.