Heather Barwick es una mujer heterosexual que fue criada por dos mujeres, su mamá y la pareja de ésta. Pese a que reconoce haber aprendido mucho de esa relación, asegura que no apoya el matrimonio gay y que los hijos de estas parejas “están sufriendo.

La mujer comienza la carta señalando que su mamá siempre supo que era lesbiana pero que en ese entonces no tuvo el valor para decirlo, por lo que se casó y tuvo a Heather. Cuando ésta tenía 2 o 3 años decidió separarse y buscar el amor en otra mujer. Luego de ese quiebre, el padre de Heather no apareció nunca más.

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Desde entonces, Barwick fue criada por su madre y la pareja de ésta, quien siempre la trató como su propia hija, y juntas vivían en una pequeña casa en los suburbios de un entorno muy liberal y abierto de mente.

Aprendí mucho de ustedes, a cómo ser valiente, sobre todo cuando es más difícil. Me enseñaron a ser empática, a escuchar, a bailar, a no tenerle miedo a las cosas que son diferentes, y a ponerme de pie por mí misma, incluso si eso significa quedarme sola (…) Les estoy escribiendo porque me estoy permitiendo a mí salir del clóset: No apoyo el matrimonio gay. Pero no por las razones que ustedes creen“.

Los niños necesitan un padre y una madre

La mujer continúa su mensaje señalando:

Crecí rodeada de mujeres que decían que no necesitaban ni querían a un hombre. Sin embargo, siendo una niña, quería desesperadamente a un papá. Es extraño y confuso ir con este inextinguible y profundo dolor por un padre, por un hombre, en una comunidad que dice que los hombres son innecesarios”.

No estoy diciendo que no pueden ser buenos padres. Pueden. Yo tuve los mejores. Tampoco estoy diciendo que ser criado por padres heterosexuales significa que todo va a salir bien. Sabemos que hay muchas formas diferentes en que la unidad familiar puede romperse y hacer sufrir a los niños: divorcio, abandono, infidelidad, abuso, la muerte, etc. Pero en general, la mejor y más exitosa estructura familiar es una en la que los niños tienen a su padre y su madre”.

Los hijos de padres divorciados tienen permitido decir: ‘oye, mamá y papá, los amo, pero el divorcio me destruyó y ha sido muy duro.; rompió mi confianza y me hizo sentir que todo era mi culpa. Y es tan difícil vivir en dos casas distintas. Pero a los hijos de padres del mismo sexo no se les ha dado la misma voz. No soy yo, hay muchos de nosotros que estamos asustados de hablar de nuestra herida y nuestro dolor, porque por alguna razón, sentimos que no nos escuchan“.

Por último, termina su mensaje asegurando que no se trata de odiarlos, incluso comenta que ella estuvo allí cuando había que marchar y pelear por los derechos de la comunidad gay, insiste en que es una conversación difícil pero que es necesario tenerla, romper el silencio y no tomarlo como un ataque, sino más bien como una reflexión digna de ser compartida.