El actor Luis Gnecco no se guardó nada al enviar un potente mensaje a Cecilia Morel, Karla Rubilar, Isabel Plá y Carolina Schmidt, a quienes emplazó vía Instagram.
A cada una de ellas decidió enviarles su apreciación sobre lo vivido estos últimos días en nuestro país.
Luis empezó escribiendo un mensaje para la actual primera dama, Cecilia Morel, de quien espera que haya meditado en estos días en su evaluación de “alienígenas” que hizo sobre los chilenos.
Y continuó: “Siempre se ha dicho que usted es una mujer inteligente y esperamos que con influencia sobre su marido, aunque déjeme decirle que lo que se ve es que él sigue viéndonos como alienígenas más bien estúpidos. Como me indican por allí , lo que nos hace dudar de su supuesta inteligencia son los mensajes de apoyo que le mandó a Kast en el último tiempo, pero bueno quién sabe si lo encuentra mino”.
Sobre la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, dijo que le gustaría que fuera menos ingenua sobre la labor policial y tener más respeto por las personas que fueron violentadas por ellas y agregó: “Un reconocimiento más austero no es menos con ellos y sí mucho más respetuoso e inteligente con el sentir masivo de aquella marcha que usted dice celebrar“.
Para Isabel Plá, ministra de la Mujer y Equidad de Género, le pidió literalmente la renuncia y le dijo que su silencio ha sido ominoso “con el dolor que han sufrido tantas mujeres vejadas por carabineros y militares, simplemente no haga ningún esfuerzo en volver a hablar. La vergüenza la acompañará para siempre”.
Carolina Schmidt, ministra del Medio Ambiente, también fue cuestionada por el actor, quien le dijo que fuera más humilde: “Le pediría que tuviera la humildad de que el pasaje de vuelta de su viaje a Washington preparando la cumbre ambiental, fuera en clase turista y no nos costara a todos los chilenos los 7 millones que pagamos por su lujoso viaje de ida“.
Además, agregó que somos ícono de violaciones ambientales a manos de empresarios que ahora se dan cuenta que en su enriquecimiento han dejado una estela de descontento.