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Página7
Anahí Vega, hija de Yasmín Valdés, compartió con Página7 su transición de abogada a influencer, considerándola una de sus mejores decisiones. Destacó la dificultad de encontrar trabajo en derecho y la libertad mental que le brinda crear contenido. Aunque no sigue la carrera de su madre, prefiere comunicar auténticamente en redes, evitando autodenominarse influencer. Experimenta una conexión especial con sus seguidores, compartiendo procesos personales y fomentando una comunidad sin presiones.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesAnahí Vega, hija de la actriz Yasmín Valdés, relató a Página7 por qué decidió dedicarle más tiempo a crear contenido en redes sociales, que a su carrera de abogada.
Vega, de 27 años, considera que es una de las mejores decisiones que ha tomado. "Esto lo empecé a hacer mucho antes de titularme y la verdad es que está súper difícil el rubro del Derecho", aseguró.
"Está muy lento encontrar trabajo (...) La verdad es que poder hacer contenido me permite hacer cosas que me refrescan mentalmente", agregó durante el lanzamiento de la nueva colección de pijamas de Women Secret en el SKY Costanera
En sus redes sociales Anahí Vega muestra su día a día y, a pesar de no seguir una carrera similar a la de su madre, ella escogió el camino de las leyes.
Vega considera que le cuesta encontrar con qué concepto se identifica y, de hecho, cree que siente "un montón de ansiedad" el crear contenido de un solo estilo y prefiere compartir contenido genuino.
Es por eso que prefiere no autodenominarse influencer. "Me siento más identificada con comunicar con lo que a mí me hace sentido y desde ahí conectar con la gente", mencionó.
Por su parte, Anahí siente una conexión especial con sus seguidores. "La gente te empieza a ver como una amiga virtual. En el último tiempo he pasado por procesos súper complejos y mis seguidores lo han percibido", reveló.
"Esta comunidad me hace sentir que, a pesar de que no nos conocemos en persona, de cierta forma compartimos una misma vibra", agregó.
Eso ha llevado a muchas personas a identificarse con ella. "No me siento presionada, encuentro súper lindo que la gente tenga las ganas de hablar y que compartan su vida. Uno pone los límites y con tantos años en esto no me afecta", finalizó.