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Entrevistas

CHV | Página 7
El actor Álvaro Gómez desafía sus límites al participar en Top Chef VIP, donde enfrenta aprendizajes, frustraciones y el sacrificio de separarse de su familia en Osorno, especialmente de su hijo Salvador. Aunque reconoce no ser experto en cocina, destaca la importancia del tiempo en la competencia y la necesidad de adaptarse a las críticas de los chefs. Gómez confiesa que su vida en Santiago gira en torno al programa, dedicando su tiempo a prepararse y extrañar a su familia, siendo su mayor anhelo poder compartir momentos con su pequeño y mantener contacto a través de videollamadas diarias.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEl actor Álvaro Gómez se atrevió a incursionar en una nueva faceta al sumarse a la competencia culinaria de Top Chef VIP. Una experiencia que le ha significado muchos aprendizajes, frustraciones y sacrificios personales.
“Es una experiencia compleja, pero súper satisfactoria al mismo tiempo. Cocinar es entretenido y además te vincula con ciertas emociones también. Yo en la cocina no soy muy bueno, tampoco estaba cocinando mucho”, partió comentando el intérprete en conversación con Página 7.
Y es que, según confesó, pese a no tener tantos conocimientos sobre gastronomía, Gómez al menos ya tenía un acercamiento con la cocina en su pasado.
“Hace tiempo atrás, más chico, cocinaba bastante, pero tampoco cuestiones tan sofisticadas, entonces, para mí, esta incursión ha significado todo un aprendizaje”, señaló.
Consultado por su experiencia en la competencia, el actor señaló que uno de los mayores desafíos que ha enfrentado ha sido el manejo del tiempo, especialmente al momento de organizar la preparación previa de los ingredientes, lo que en el mundo culinario se conoce como “mise en place”.
“De todas maneras el tiempo es lo más complejo en esta cocina. Yo en lo personal no soy muy rápido cocinando, me pierdo mentalmente en términos de organización”, reveló.
“Miras el reloj y te quedan 20 minutos, y de repente estás tan concentrado y te dicen, ‘participantes, quedan 5 minutos’, y te das cuenta que no has hecho ni la mitad del plato. Entonces, sí, el tiempo es lo que más complica todo esto”, agregó.
En tanto, con respecto a la devolución o la crítica de los chefs, el actor manifestó que intenta "ser lo más receptivo y abierto posible, porque son expertos en la materia. Finalmente, lo que te digan lo más probable es que sea un acierto y que eso te genere un aprendizaje”, planteó.
“Creo que no me ha afectado tanto la crítica de los platos en general. He tenido otros problemas en la cocina que tienen que ver con la frustración que implica el hecho de estar cocinando, de que no salga lo que tú querías o de no llegar lo que tú tenías planificado simplemente", acotó.
Sin embargo, el actor reveló que el costo más duro por estar en el programa ha sido la distancia con su familia en Osorno, especialmente con su hijo de casi dos años, Salvador.
“Estar lejos de mi hijo ha sido complejo, porque la cocina te conecta todo el rato con las emociones. Entonces es inevitable que se genere un ir y venir emocional, estar con la cabeza en otro lado, más el nivel de ansiedad y la presión”, manifestó.
En ese sentido, sobre su vida en Santiago, Gómez señaló que su rutina se centra casi por completo en torno a prepararse para Top Chef VIP y en extrañar a su familia.
"Mi vida se ha concentrado en estar acá en el canal, desde muy temprano hasta muy tarde. El tiempo del que puedo disponer libremente, trato de mirar algunas recetas, de mirar emplatados, de probar qué cosas hacen match para poder combinar", sinceró.
En tanto, señaló que extraña mucho pasar tiempo con su pequeño: "Para mí ser papá dio un vuelco a mi vida, cambió completamente mis prioridades. Lo único que quiero es estar con él”, comentó con emoción.
“Tiene un año y neuve meses, entonces todos los días hay algo nuevo. Él descubre algo nuevo y nos muestra, y no quiero perderme eso. Entonces, tratamos con Jaira de hacer videollamada todos los días, mañana, tarde y noche idealmente, para estar con ese contacto un poco más directo”, cerró.