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Entrevistas

Juan Pedro Verdier, participante de Mundo Opuestos, compartió su experiencia en una clínica de salud mental durante 40 días, enfatizando la importancia de cuidar la salud emocional y no reprimir sentimientos. Destacó la necesidad de atender las emociones y romper con estereotipos de género que limitan la expresión emocional en los hombres.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesJuan Pedro Verdier, quien por estos días es parte del reality de Canal 13 Mundo Opuestos, ahondó en la salud mental y contó detalles del paso por una clínica durante 40 días.
“Creo que todos tenemos que hacernos cargo de nuestra salud mental y eso no puede comenzar con un diagnóstico o un problema, deberíamos tratarla antes de que haya algo mal”, partió señalando en conversación con Página 7.
En esa misma línea, cuestionó la enseñanza que existe sobre evidenciar las emociones, sobre todo en los hombres.
“Lo que pasa que no se nos enseña eso desde muy chicos y a muchos de nosotros, mayoría casos de hombres, no se nos enseña a regular nuestras emociones o a prestar la atención a nuestro interior. Generalmente, estamos persiguiendo el ‘queso’, como digo yo, como buscando cuál es la próxima meta, qué es lo próximo que tenemos que lograr y nos olvidamos un poquito de eso”.
El exintegrante de Mekano precisó que “como decía Freud, si no le hacemos caso a alguna de esas emociones y las enterramos, no desaparecen, sino que aparecen de forma más intensa en el futuro".
“Y yo, durante mucho tiempo sin saberlo, fui reprimiendo esas molestias, esas situaciones que me hacían sentir triste y en un momento no di más”, agregó.
En la misma conversación, el influencer detalló que estuvo 40 días en una clínica de salud mental, tras la separación con Karen Paola, donde realizó variadas dinámicas.
“En ese momento fui atendido en un centro de salud mental y estuve 40 días internado en ese lugar y había varias cosas que me llamaban la atención. Entre ellas algo de lo que estábamos haciendo ahora, que ahí se llamaba ergoterapia, que era pintar”, recordó.
“Hasta ese momento yo nunca había pintado nada. Y el proceso de pintar para mí era extraño que lo hubieran incluido en el de sanarse. Sin embargo, cuando estaba haciéndolo, de repente había un caballero que había pasado por muchas dificultades y no hablaba con nadie. Cuando empezó a pintar comenzó a contar por lo que pasó y era tremendamente emocionante y dura su experiencia, pero el hecho de estar en el presente pintando, le permitió expresar esa emoción que tenía guardada”.
Juan Pedro precisó que “es entretenido no solo cuidar nuestra salud física, sino prestarle atención también a nuestras emociones y no asociar un perfil de una persona como ‘si eres fuerte, no te pones a llorar’. O en mi caso, si eres boxeador o peleador, entonces no puedes ser sensible y dar un abrazo o ponerte triste. No tiene nada que ver y me costó muchos años entenderlo, pero hoy me permite vivir una vida más plena”, agregó.
Asimismo, recalcó que “una cosa que me llamó mucho la atención es que yo aprendí mucho de la gente que estaba ahí. Y lo mismo de las personas que están acá”.
“Cuando entré (a internarse) le dije a un doctor, ‘¿cómo me puedo yo defender?’ Me dijo, '¿Cómo defender? Digo, claro, si alguien viene gritando y me pega o las puertas no se cierran en la internación. Hay 22 habitaciones y todas las puertas siempre están abiertas, porque no se sabe lo que puede pasar adentro, por seguridad. Entonces, yo decía, ‘¿Qué hago? ¿Cómo reacciono si viene alguien?´. Me dijo, ‘No, no, tranquilo. Come algo, duerme y va a estar todo bien’”.
Finalmente, indicó que “a los tres días me di cuenta de que eran personas completamente normales. Ellos estaban trabajando en una dificultad que no habían podido trabajar antes”.
“Y también me di cuenta de que afuera había personas que estaban muchísimo peor. Y ni siquiera sabían que estaba la posibilidad de atenderse de esta manera. Si no que simplemente seguían con su día a día, intentaban cumplir con sus obligaciones y aceptar esta tristeza como parte de su vida", cerró.