Carga emotiva y acento gringo: actores de Papá en Apuros eligen las escenas más difíciles de grabar
Ekaterina Konysheva y José Miguel Argüelles, ambos actores peruanos de 25 años, forman parte de la adaptación Papá en Apuros que se emite actualmente en Mega.
De visita en nuestro país, hablaron de sus respectivos personajes: ella da vida a Kate Chamberlain, la ‘Gringa’, mientras que él interpreta a Cristóbal Seminario, el hijo mayor del capitán Martín.
En conversación con Página 7, comentaron que han podido hablar con algunos integrantes del elenco chileno de Papá a la Deriva.
“Sí, hemos conversado con Constanza Mackenna y también con Pancho Dañobeitía. Consejos no nos dieron, porque ya se grabó y acá los hemos visto”, dijo Ekaterina.
“Yo decidí ver un poco la teleserie original para entender, pero no aplicar todo para que no fuera una copia tal cual. Cada personaje le da algo distinto”, añadió.
José Miguel, por su parte, indicó que “hemos conversado con algunos actores y son muy lindos todos. Nosotros apreciamos y valoramos un montón que se hayan dado el tiempo, incluso en Semana Santa, de juntarse con nosotros”.

Actores de Papá en Apuros eligieron las escenas más desafiantes de la ‘Gringa’ y Cristóbal Seminario
Quisimos saber qué escenas recordaban estos actores como las más difíciles de grabar en Papá en Apuros, y sus respuestas llamaron la atención.
Para Ekaterina, fue “cuando la Gringa le confiesa a Matías que está enamorada de él. Lo difícil es que el acento gringo no es lo mío“.
“Llorar en gringo… una está vulnerable y tiene que pensar en hablar con acento. Eso me costó mucho”, reconoció.
Sin embargo, destacó que ama este personaje. “La quiero muchísimo. Me encanta ser ella, es muy buena”, aseguró.
En cuanto a José Miguel, su personaje en la versión chilena está a cargo de Simón Pesutic. “No tuve la chance de hablar con él, pero vi algunos extractos. Tampoco quería ver mucho porque me iba a comprometer a hacer algo parecido”, sostuvo.
“Vi escenas que me interesaban más para revisar cómo las había llevado, pero no siempre llevamos la escena como se llevaban en la versión chilena. El director hacía lo que le parecía y algunas cosas se hicieron de manera muy distinta”, advirtió.

En esa línea, dijo que “escenas que me costó interpretar -y son las que más me gustan- son esas en las que tengo que poner en su lugar a Martín, mi papá en la ficción”.
“Cuando se entera del embarazo (de Natalia), por ejemplo. Porque su padre les dice (a los hijos) cómo comportarse, pero él entiende que el papá no está haciendo lo mismo”, agregó.
“Fue complicada, divertida y distinta a las demás por la carga dramática. Se tuvo que hacer un esfuerzo extra, pero salió bacán”, cerró.