La cruda confesión de Alan en Mundos Opuestos tras sufrir abuso a los 10 años: "Me empezó a obligar"

Alan Didier protagonizó una íntima conversación con algunos compañeros en Mundos Opuestos, revelando que sufrió una violación cuando tenía 10 años.

Todo partió cuando Mario Ortega recordó la pasada actividad de pintura, donde José Pablo contó que había sido abusado sexualmente cuando era pequeño.

En ese momento, el influencer decidió contar su historia, dejando sin palabras a Daúd Gázale, Mago Jiménez y Mario.

“Yo igual viví mierdas así. No lo cuento nunca, pero lo tengo bien afrontado. Desbloqueé esto a los 19 años. Mi abuela arrendaba una casa pequeña detrás de la suya, y vivía ahí un hueón, mucho más grande que yo, yo tenía 10 años, y me obligaba a hacer cosas", partió contando.

"Primero me quería grabar con una prima haciendo cosas, con ella nos llevamos por meses. Yo le decía que no porque en mi mente igual sabía que eso estaba mal. Un día me agarró solo, me empezó a obligar a hacer cosas, y yo peleé y luché. Pero igual quedé más traumado que la mierda en ese momento y al día siguiente lo olvidé todo”.

Alan contó en Mundos Opuestos reacción de algunos familiares

Según señaló Alan, muchos años después se atrevió a contar lo que había pasado. “Más de grande me acordé, se lo conté a mi viejo un día que íbamos manejando. Mi papá quedó para la cagá, me preguntó quién era, y paré porque vi que él tenía intenciones malévolas y esto iba a escalar mucho".

"Después le conté a mi abuela, ella supo quién era, me preguntó si yo quería hacer denuncia, pero le dije que no. Igual a veces lo pienso, él debería estar preso, lo mío no fue tanto abuso, fue más violación”, precisó.

El participante indicó que debido al abuso, quedó con secuelas. "Sí quedé con un trauma, que lo resolví de más grande".

“Yo soy muy cuidadoso con los niños chicos, de cuidarlos y no dejarlos nunca solos, muy protector. Pero a veces yo me sentía mal, me daba vergüenza que un primo chico mío se quedara conmigo en mi pieza y cerrara la puerta, me perseguía pensando qué iba a creer el resto. Cuando se iban, me ponía a llorar, y no sabía por qué, si yo nunca les haría nada”.

Finalmente, reveló que más tarde decidió contárselo a la familia, pero no recibió el apoyo esperado. “Cuando le dije a otros familiares, me dijeron que para qué iba a contarlo, si eso ya pasó, era arruinarle la vida a una persona. Ahí me enojé, porque sentí que no tenía apoyo. Como si él no me hubiera arruinado a mí”, cerró.