Kurt Carrera relató episodio abuso sexual por parte de sacerdote: "Está prófugo"

Kurt Carrera reveló episodio de abuso que sufrió a los 20 años por parte de un sacerdote. El actor confesó que guardó silencio, y que recién en la adultez pudo hablar con su familia sobre lo ocurrido.

El implicado es Amador Soto, oriundo de Doñihue y que actualmente residiría en la región de Arica y Parinacota.

“Hay un cura al que conozco desde niño, que era del colegio San Marcos, andaba de túnica y chalitas, franciscano. Para mí era el ‘Padre Hurtado’ en vida: sabía su vida y lo que él hacía”, dijo, en conversación con La Cuarta.

Posteriormente, el comediante de Detrás del Muro explicó que mantenía una relación cercana con el sacerdote, y que incluso viajaron juntos a Putre. “Salí de cuarto medio, siempre tuve contacto con él porque ayudaba mucho a la gente”, añadió.

No obstante, el vínculo cambió de forma radical. Según su relato, el religioso le pidió un favor: manejar una camioneta para un viaje por la región de O’Higgins.

Carrera, que en ese entonces estudiaba Teatro en Santiago, aceptó la solicitud. Partieron desde Rancagua hacia pueblos del interior y, como se hizo de noche, se alojaron en una pensión que el cura ya conocía.

“Dormimos en una litera. No sé a qué hora habrá sido, pero sentí que me hacían cariño mientras yo dormía de espaldas. En mi mente decía: ‘¿Qué es esto?’. Entonces dije: ‘Padre’. Sacó la mano el hue… y me dijo: ‘¿Sí?’. Yo le respondí: ‘¿A qué hora nos levantamos mañana?’".

"Después volvió a atacarme y me tocaba por debajo. Ahí mi mente hizo cortocircuito”, relató el actor, quien aseguró no tener claridad si fue solo un abuso o si llegó a ser una violación.

Tras el episodio, Carrera explicó que guardó silencio durante mucho tiempo. “No lo hablé hasta adulto, creo que recién a los 30 y tanto”, comentó.

En primera instancia, se lo confesó a su madre, quien era legionaria de María. “Cuando iba a Arica me decía: ‘Anda a ver al padre Amador’. Ahí exploté: ‘¡No quiero ver a ese viejo hue…!’. Y después sinceré: ‘¿Sabes qué más? Lo voy a ir a ver, porque este hue… me toqueteó’”.

Tras esa revelación, señaló que se liberó. “Después me llamaron unos curas de la época, porque había un seguimiento criminal. Había más gente afectada, algunos fueron violados derechamente”.

En la actualidad, Carrera afirma que desconoce el paradero del sacerdote. “El hombre está prófugo, no se sabe dónde está. ¿Está vivo? ¿Está muerto? Nunca más lo vi. Me gustaría encontrármelo para decirle un par de cosas, hue… que tengo atoradas. Si se da, se da; si no, da lo mismo. Ya no me importa”, cerró.