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Canal 13
Muy pronto debutarán las primeras teleseries verticales en Chile a través del 13 y sus plataformas digitales. Serán conocidas como mininovelas y están pensadas para ser vistas en celulares y vía redes sociales.
Una de las primeras historias será Mi boda es una trampa, un melodrama clásico dirigido por César Opazo y escrito por Jaime Morales.
La trama se desarrollará en el campo, cuando una mujer a punto de casarse, Magdalena Grajales (Catalina Silva), ve tambalear su vida perfecta con el regreso de su gran amor, Rodrigo Duarte, (Matías Assler).
Su presencia destapará secretos y mentiras que amenazan no solo su boda, sino todo en lo que alguna vez creyó. Y en medio de todo eso se develará la maldad a la que ha estado expuesta por su novio, Bernardo Saint Jean (Diego Gougain), y su supuesta mejor amiga, Pilar Villavicencio (Piamaría Silva).
El antagonista principal, Diego Gougain, tiene 35 años, estudió Teatro en la Universidad Católica de Chile y si bien ha tenido participaciones especiales en varias teleseries -como Tranquilo papá, Casa de Muñecos e Hijos del Desierto-, con Mi boda es una trampa da un gran santo en el género, adjudicándose un rol primordial, al cual llegó tras hacer casting.
"Este es mi debut en grande, porque soy uno de los cuatro pilares de esta mininovela", destacó el actor.

Acerca de estar en las primeras teleseries verticales del país, el intérprete confesó que "me siento muy afortunado y privilegiado por ser parte de este hito. Es una oportunidad que hace mucho tiempo deseaba, y creo que es un formato que me acomoda mucho, con un grupo más reducido que una teleserie convencional".
"Es importante hacer este formato porque es un acto de conexión con lo que está pasando en el mundo. Además, es una forma de democratizar el contenido y hacerlo llegar a todos los rincones".
Consultado por cómo ha sido trabajar en Mi boda es una trampa, Diego Gougain dio a conocer que "ha sido un proceso muy lindo porque se ha dado una confianza muy grande en el equipo. Nos hemos tirado a la piscina todos juntos en este proceso, en el que cada personaje tiene un estilo particular, pero hemos encontrado un lenguaje común, un tono y una adecuación".
"En ese sentido, ha sido también un desafío muy bonito actoralmente, donde hemos confiado en la intuición y en la dramaturgia, la cual tiene muy definidos los personajes", destacó.
Las teleseries verticales, por formato, implican ir a la esencia del melodrama clásico, con historias que apelan fuertemente al amor, la emoción y los secretos, junto con personajes muy marcados en sus formas de ser.
En ese contexto, Diego Gougain, quien será el gran malvado de Mi boda es una trampa, confidenció que "para mí es un regalo muy grande ser un villano... me gusta que tengo permiso para pasarme más para la punta. Un villano de tomo y lomo al que le pasa de todo".
Es así como el intérprete presenta a su malvado rol en “Mi boda es una trampa”: "Bernardo es una persona profundamente frágil y necesitada de cariño y comprensión. Pero también es muy pasional, muy llevado por sus emociones más profundas y fogosas".
"Es un enamorado, un aguerrido, un codicioso y una persona profundamente fracturada, que está dispuesto a hacer lo que sea con tal de conseguir su objetivo".
"Sin embargo, también ha sido muy manipulado y muy manipulador, es decir, ha perpetuado eso en su historia", cerró.