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No cabe duda de que Martina ha sido una de las más afectadas en la recta final de Los Casablanca, pues su vida se vino abajo tras conocer el secreto de Juan Pablo y Luciana.
Mientras su mellizo decidió cancelar el matrimonio e ir tras su cuñado para exigirle la verdad, la joven no supo cómo lidiar con la rabia y partió al lugar donde murió su mamá.
Desesperada por lo que estaba sintiendo, subió al auto y se aproximó al barranco, dispuesta a acabar con su vida, pero se arrepintió a último momento, pensando en el bebé que lleva en su vientre.
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Sin embargo, vivió minutos de terror, con el vehículo al borde del precipicio, tambaleándose a punto de caer.
Lo cierto es que la grabación de esta escena requirió un despliegue técnico de gran magnitud, además de apelar a la valentía de la actriz Octavia Bernasconi.
Mega.cl mostró detalles del rodaje de la impactante escena de Martina en Los Casablanca, y la propia actriz comentó sus sensaciones al respecto.
"Cuando vi la ambulancia y los bomberos, igual me asusté", bromeó inicialmente, para luego confesar que le dio "casi un ataque de risa nerviosa", pues no supo cómo haría algo así.
"Se empina harto, como ya, 'aquí va a parar, aquí va a parar, aquí va a parar'", expresó sobre la ansiedad que le produjo estar al borde de caer al precipicio.
Felipe Arratia, director de Los Casablanca, explicó también lo complicado que fue ubicar el vehículo en la posición.
"No es llegar y colocar el auto. Como ustedes vieron, hay un camión grúa, se hizo un riel que soporta más de 500 kilos, aparte del peso del vehículo, cosa que nosotros podamos tener a la actriz muy segura, equipo de grabación adentro del auto y nadie corra un riesgo".
"Para que se vea muy de verdad, necesitamos que el auto se asomara y tuviera este juego pendular", comentó.
El director aprovechó también de destacar la calidad profesional de Octavia Bernasconi al momento de grabar la teleserie y el quiebre de su personaje.
"La 'Osa' fue muy aperrada. Ella quiso estar inmersa en la emoción, tener la adrenalina, el miedo real de poder caerse. Eso nos ayuda mucho a nosotros, desde la dirección, para poder establecer la escena y contarla con mayor verdad".
Finalmente, la actriz explicó las emociones que tuvo que interpretar en ese momento: "No fue difícil la parte técnica, que pensé que iba a ser un poco más difícil; se sentía muy segura la estructura", aseguró.
"Para la Martina es todo de 0 a 100, no hay espacio para la progresión. Como en un día se te viene el mundo para abajo, tu pareja, tu familia... y hacía mucho calor, yo sentía mi bigote sudando", reconoció entre risas.