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La influencer Kika Silva recordó una divertida anécdota con Gonzalo Valenzuela durante una cita romántica en un hotel exclusivo en el sur de Chile, donde sus problemas de salud intestinal provocaron un inolvidable percance con sus gases. En medio de su programa Iki, Kika reveló sus complicaciones de salud pasadas, siendo intolerante a varios alimentos, y cómo su experiencia con Gonzalo le hizo entender la importancia de cuidar su alimentación. La anécdota culminó con Gonzalo confirmando la situación al darse cuenta de que el olor provenía de la propia Kika, quien demostró que sus precauciones eran necesarias.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesKika Silva recordó una divertida, pero normal situación, que vivió en el inicio de su relación con Gonzalo Valenzuela.
En medio de su programa Iki, donde conversaron sobre la salud intestinal, la influencer reveló que tuvo un percance con sus "gases intestinales", los que le jugaron una mala pasada.
Todo partió con un “me relajo por un día y como de todo” y terminó en un momento “inolvidable”, aseguró la modelo.
En una charla junto al científico Ismael Palacios y Claudia Morales, de La casa del fermento, Kika recordó las complicaciones de salud que vivió años atrás.
“Me pasaban cosas muy raras. Tenía los brazos hinchados, la piel se me veía distinta, me dolían los músculos y se me empezaron a caer las uñas de los pies sin razón. Incluso un día me caí de la cama porque no tenía fuerza en las piernas”, partió contando.
Tras descubrir que era intolerante a varios alimentos, comenzó a cuidarse con la comida. En ese momento iniciaba una relación con Gonzalo y decidieron relajarse en una romántica cita.
“Nos fuimos a un hotel maravilloso en el sur, un lugar súper boutique, sin recepción ni teléfono, muy exclusivo. Y claro, como estábamos recién conociéndonos, me dio cosa estar con tantas restricciones, así que dije: ‘ya, filo, voy a comer de todo’. Lo hice sabiendo que soy intolerante al gluten, la lactosa, el cacao y la cafeína”, precisó.
Aquella noche, al intentar relajarse en la habitación del hotel, un olor insoportable comenzó a colarse en el ambiente. “Gonzalo empezó a decir que la cañería del baño estaba mala, que se había echado a perder el desagüe. Quería llamar a recepción, pero no había. Él decía ‘¡Nos tienen que cambiar de pieza!’", expresó entre risas.
Sin embargo, cuando el actor se acostó, se percató del “inconveniente”. “Abre la cama y yo ya estaba metida ahí. Y ahí se da cuenta de que... el olor venía de mí", contó.
Finalmente, confesó que "ahí entendió que en verdad yo tenía un problema. Antes me veía como exagerada por cuidarme tanto, pero ahí me creyó todo”, cerró.