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Editada por Página 7
Este jueves, Pablo Canaliza regresó al programa Hay que decirlo, donde protagonizó un emotivo momento al trasmitirle un mensaje a Marisela Santibáñez, de parte de su fallecida hija.
Recordemos que Rafaela perdió la vida en 2011, a los siete años de edad, producto de una leucemia.
Por lo mismo, quiso comunicarse con la diputada para decirle lo agradecida que estaba por todo el amor que recibió en vida.
"Dice que ella descansó porque lo estaba pasando muy mal y que no habría podido seguir con eso. Fueron 40 días que cambiaron la vida del mundo y de ella", le dijo el tarotista.
En esa línea, añadió que la niña "le agradece no solo a ustedes, sus padres, sino también a todo el personal que estaba ahí, que empatizaron mucho contigo".

Marisela Santibáñez no quería que su hija se convirtiera en una "niña hospitalaria", un detalle que, de hecho, fue mencionado por Rafaela a través de la canalización.
"Ella dice que tú sabías que de esa salían, pero la forma en que ella (Rafaela) iba a quedar, era lo que tú no querías para enfrentar el resto de la vida".
"Iba a dejar de ser ella, conectada a mil máquinas, ni siquiera podía tomar un Kapo, dice", le transmitió Pablo Canaliza, sacándole una risotada a la parlamentaria al recordar cuánto le gustaba ese jugo a su hija.
Sin embargo, un momento que llamó particularmente la atención fue cuando Rafaela se refirió al reciente matrimonio de su madre, quien se casó el año pasado en Las Vegas, y de manera "secreta".
"Le dice 'señor ahumado' y se ríe. Dice que le gusta porque te hace bien, te ve feliz, y que te tiene paciencia", indicó Pablo, confundido por la forma en que la niña nombró al esposo de su madre.
"Es mi marido. Por su apellido, porque es (Álvaro) Ahumada", explicó Marisela, visiblemente emocionada.
En octubre del año pasado, Marisela Santibáñez reveló en el programa Podemos Hablar que contrajo matrimonio con su amor de la infancia, Álvaro Ahumada.
"Lo más entretenido es que ese hombre es el primer beso con lengua que yo me di en mi vida, a los 13 años. Él tenía 15 años y después de 32 años nos reencontramos, llevamos seis, y me casé", confesó en esa oportunidad.
"Álvaro estuvo cuando murió Rafaela. Él estuvo en la iglesia y yo no lo supe nunca, me lo contó después", relató.
Además, señaló que sus familias se conocen desde su infancia, por lo que no fue difícil reencontrarse.
"Sentí que (con el matrimonio) pasaba a ser mi familia. Dije 'yo acá no me separó nunca más'. Pase lo que pase, él es mi familia, a él lo tengo que cuidar, él es la persona más importante de mi vida", aseguró.