Pablo Vargas abrió las puertas de su casa en La Divina Comida: mostró su “rincón familiar”

Durante la noche de este sábado, Chilevisión emitió un nuevo capítulo de La Divina Comida, el cual contó con la participación de Pablo Vargas.

Como es tradicional, el concursante mostró su casa antes de recibir a los comensales, los que en este episodio fueron Michelle Carvalho, Millaray Viera y Rodrigo Osorio, más conocido como Don Rorro.

¿Cómo es la casa de Pablo Vargas?

Al inicio del recorrido, el bailarín fue a uno de los rincones más importantes de su hogar, el que contaba con especiales fotografías de sus seres queridos.

“Mi familia la componen mi padre, que ya no está, don Luis Vargas, mi mamita Juana Becerra, mi hermano Néstor Mauricio, y yo”, partió diciendo.

Junto a lo anterior, el artista detalló que en aquel sector también guarda recuerdos de su paso por la pantalla chica.

“Es mi familia televisiva y de corazón, mis compañeros de Rojo (…) acá tengo el primer y único clan Rojo, es la primera generación”, expresó, en una instantánea en la que salen icónicos participantes del programa de TVN, como María Jimena Pereyra, Rodrigo Díaz, Daniela Castillo, entre otros.

Sumado a esto, enseñó un cuadro que le confeccionaron sus fans con varias imágenes de su carrera.

“Es como el collage de Miguel Bosé”, bromeó Jani Dueñas en off.

Posteriormente, exhibió su faceta en el colegio. “Yo estudié en el Instituto Nacional, ahí está la prueba de eso”, comentó, en referencia a varias postales de su paso por este icónico establecimiento.

“Era un poco perno en ese momento”, agregó.

Además, presentó un registro de cuando integró el Ballet Folclórico de Chile (Bafochi).

“Aquí estábamos en Petra (Jordania)”, explicó.

Por último, Pablo Vargas terminó su trayecto en su dormitorio, donde tenía una fotografía junto con Chayanne.

“Cómo no voy a tener acá al maestro, tuve la oportunidad de bailar con él en un programa de Pedro Carcuro, De Pé a Pá, se me cayó el carnet”, afirmó.

Además, mostró una imagen de cuando tenía 5 años junto con dos peluches de E. T, los cuales le recuerdan a su infancia.

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