Jaime Vadell y últimos días de su esposa, Susana Bomchil: “Se iba olvidando lo que vivimos juntos”
Jaime Vadell perdió hace poco más de una semana a su esposa, Susana Bomchil, quien desde hace años enfrentaba un diagnóstico que afectaba principalmente su memoria y movilidad.
La partida de la actriz y diseñadora teatral, afectó profundamente al ícono del teatro nacional, luego de que estuvieran durante 50 años juntos.
Sobre ello, Jaime Vadell conversó con la Revista Sábado, luego de que actuara a solo un día de la partida de su amada en la obra, Aquí me bajo yo. “Creo que tenía que hacerlo”, expresó.
“El escenario tiene la gracia de que uno se blinda y no entra nada de afuera. Ni siquiera le dan recados, ni buenos ni malos, no le dicen nada de lo que pasa afuera cuando uno está en la obra. Es una cosa absurda, pero es así. Yo no sé si hay otro trabajo que tenga características similares. Los escritores, cuando se cierran a escribir, parece que también se vuelan”, planteó.
De hecho, Jaime Vadell confesó que fue él quien quiso presentarse tras la dura pérdida durante las funciones del sábado y el domingo.
“El trabajo ha sido bien importante para mí y lo sigue siendo. Porque es un arma de sobrevivencia. De ahí me agarro”, dijo.
Los últimos días de Jaime Vadell junto a su esposa Susana Bomchil
La pareja de actores se conoció en 1975, cuando preparaban la obra Nadie sabe para quién se enoja, donde la intérprete se ofreció para dar vida a una enfermera de clase media baja, oportunidad que el actor le negó.
“Imagínate que una mujer de ese calibre iba a hacer ese papel. Era muy linda y si la aceptábamos quedábamos todos como unos roticuajos”, señaló, recordando que ella siempre le sacó en cara que la rechazara.
Eso sí, Jaime Vadell comentó que tenían una excelente relación. “Ella era muy entretenida persona. De mucha vitalidad, con mucho gusto por la vida, por todo”, contó.
Consultado si enfrentar por tantos años la enfermedad de su esposa Susana Bomchil le permitió prepararse para su partida, el actor fue claro en asegurar que “nadie está preparado”.
“Uno nunca está listo para la muerte de las personas cercanas. Porque no solo se mueren las personas enfermas, se mueren también las personas sanas. Además de esa enfermedad que ella tenía, era una cosa media rara. No eran los riñones, no eran los pulmones, era la cabeza. Eso puede durar 20 años”.
A su vez, Jaime Vadell expresó que “se iba olvidando lo que vivimos juntos y uno pone en duda si lo vivió o no. Sí, es jodido eso. Muy jodido”.
No obstante, Susana Bomchil siempre reconoció al gran amor de su vida. “(Lo hizo) Hasta el final. Se reía cuando yo aparecía. Preguntaba por mí también cuando no estaba. Yo era su cable a tierra”, dijo.
“Todavía uno está medio choqueado. Pero empiezo a notar la ausencia y me temo que en la medida que pase el tiempo, ese sentimiento va a ser más grande”, concluyó.
