El emotivo testimonio de vocalista de Lucybell tras ver a su hija: "Estas lágrimas son de alegría"

Claudio Valenzuela, vocalista de Lucybell, entregó un emotivo testimonio tras poder ver a su hija, Amaya, quien estuvo en riesgo vital por un cuadro de septicemia.

Tras varios días en coma inducido, la joven despertó el viernes y pudo reencontrarse con sus padres en la Posta Central, donde estaba internada.

"Estas lágrimas ahora son de alegría. Ha pasado realmente un milagro", partió señalando a Las Últimas Noticias.

"Cuando me enteré, el día domingo, de todo lo que estaba pasando, (estando) en Estados Unidos, tuve que tomar el primer vuelo y me dijeron: 'Ven para poder despedirte'. Cuatro o cinco días después, estuve hablando con ella y está consciente".

Valenzuela indicó que el pasado viernes fue "uno de los días más felices de mi vida", ya que pudo verla y conversar con ella.

"Aún falta mucho todavía por hacer, hay caminos que todavía hay que seguir, pero ya está fuera de peligro vital al menos y eso es buenísimo. Lo peor ya pasó", comentó.

Sobre este reencuentro con Amaya, Claudio reveló que fue "muy difícil".

"Lo primero que hice fue decirle que la amo, pese a que ya se lo había dicho antes. Pero que me dijera de vuelta que también me ama y poder escucharla, verla a los ojos y ver sus reacciones… es impagable".

"Considero que nosotros, como familia, fuimos muy afortunados. Muchísimo. Yo creo que sí existen energías cuando la gente se junta y piensa algo positivo. Cuando toda la gente piensa en algo, se producen cosas y este es el resultado", expresó.

"Los médicos hoy día me decían que (Amaya) tenía comprometidos el hígado, los riñones, los pulmones y ahora está todo sano. Y nadie sabe por qué", reveló.

Los complejos momentos que vivió Claudio Valenzuela por salud de su hija

El músico reconoció que si hubiese estado solo cuando le dijeron que tenía que venir a despedirse de su hija, su ánimo no hubiese sido el mismo. Pero, por fortuna, estaba acompañado de su pareja.

"Para mí fue un desastre, tenía tres escalas (en el vuelo) y en cada una bajaba, conectaba el teléfono y me podía llegar cualquier noticia. Fue horrible hasta llegar acá", relató.

"Yo creo que fueron los días más horribles, porque estás en una situación en la cual puede pasar cualquier cosa, en cualquier momento y no hay nada que puedas hacer. Estás a 10.000 kilómetros de distancia y no está en tus manos".

Claudio señaló que fue la madre de Amaya quien le contó que Amaya estaba consciente.

"Me llamó Nicole, su mamá, y me dijo: 'Me pidió un Chocman'. Ahí yo dije 'ya, estamos bien'. Aún obviamente faltan cosas. Hay que seguir estando atento", indicó.

"Viene todo un proceso de recuperación que hay que seguir con mucha calma y con mucha seriedad y todo. Pero lo bueno es que ya estamos acá, ella está viva", reiteró.

En esta línea, Valenzuela aprovechó para agradecer todo el apoyo que recibió esta semana.

Además, destacó la labor de los profesionales de la Posta Central y el rol del servicio público.

"Algunos me dijeron: 'Ay, Claudio, ¿por qué no la llevas a una clínica?'. Yo tengo amigos médicos y este es el colegio base. El que no pasa por acá, por urgencias, no puede hacer urgencias en ningún otro lugar", afirmó.

"El personal fue muy amistoso y muy profesional. Se preocuparon por todo. Ella, cuando ingresó acá, estaba con 44 grados de fiebre, convulsionando, con peligro de muerte. Y ellos, de alguna forma, hicieron esto increíble. Lo hicieron todo de una forma muy rápida, muy efectiva y muy eficiente", cerró.