“Malos tratos, gritos y la misoginia”: Ingrid Cruz recordó cómo era trabajar en teleseries en los 90
Ingrid Cruz, una de las actrices más exitosas de la televisión chilena y que es parte del área dramática de Mega hace 10 años, recordó en conversación con The Clinic los duros momentos que vivió en sus inicios en las teleseries.
La actual “Pastora” de Nuevo Amores de Mercado, se refirió a sus 26 años en la televisión, cuyo debut fue en Marparaíso, la teleserie de Canal 13, donde estuvo con Jorge Zabaleta, Alejandra Herrera y Cristián Campos.
Al respecto, declaró: “Te puedo decir que he trabajado a concho toda mi vida. Siento que uno se tiene que volver necesario porque nadie es necesario, a todos nos pueden cambiar. Entonces, uno siempre tiene que ser algo. Ser buena onda en los equipos, por ejemplo”.
Añadió: “Muchas veces, pero muchas veces, he sido delegada de actores y siempre les digo a los actores nuevos que llegan: ‘Aquí hay tres cosas que uno tiene que hacer para tener la pega bien: llegar a la hora, llegar bañado y con el texto aprendido‘”.
También se refirió a sus inicios en la televisión, indicando que “estuve trece años en el 13. En el 13, un poco, lo viví todo. Entrar niña, que me enseñaran a pararme delante de las cámaras, porque yo estudié actuación y en esa época no se enseñaba nada audiovisual. Yo era actriz de teatro, entonces se dieron el tiempo de enseñarme”.
Ingrid recordó que “viví el madurar y el hacerte conocida, que era muy raro y en otra época, cuando no había celulares, en teleseries con mucho éxito, como Machos, por ejemplo. El de Machos, para mí, fue un personaje muy difícil y es uno de los que más me ha costado”.
Los inicios de Ingrid Cruz en las teleseries
Ingrid Cruz también recordó cómo se vivía el día a día en la producción de las teleseries, con el ingrato ambiente laboral que tenían que soportar, donde los malos tratos eran algo absolutamente normalizado.
Cuando le preguntaron si era un peso o una responsabilidad mantener un trabajo en la única área dramática que queda en el país, la actriz fue tajante.
“No lo tomo como un peso. Lo tomo como consecuencia de una carrera larga y difícil, que ha pasado por muchas épocas televisivas”, partió señalando.
Añadió: “Yo partí a fines de los 90, en una televisión que no tiene nada que ver con la televisión de hoy. Si alguien joven de hoy estuviera en esa televisión de los años 90 le daría un síncope. O sea, sería imposible. Los malos tratos y los gritos, la misoginia. Yo, como actriz, tampoco alcanzaba a verlo”.
“Era normal. Estaba tan normalizado que te gritaran, que te tenías que callar, así era”, declaró.
Sin embargo, la actriz también se refirió a que el cambio en el ambiente laboral se dio mucho antes de movimientos como el #MeToo.
“Se empezaron a dar cuenta de que la gente tiene derechos, de que puedes decir las cosas con respeto. Ese tipo de dirección o de producción, ese tipo de tratos, se empezaron a quedar obsoletos”, indicó.
“Una generación mucho más joven se dio cuenta de que no correspondía y nos hizo abrir los ojos a los demás. Y mucho, pero mucho después, fue el darte cuenta del cuerpo”
Con eso se refiere a que también cambiaron las solicitudes a los actores, a quienes, por ejemplo, le pedían que bajaraN de peso o realizaran cambios físicos que pasaban los límites.