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Con icónica muerte y grandes revelaciones: ¿cómo fue el final de Amores de Mercado de TVN?
TVN
El 28 de diciembre de 2001, Amores de Mercado, una de las teleseries más exitosas de TVN, llegó a su fin con un cierre que dejó a todo Chile en shock.
Protagonizada por Álvaro Rudolphy en los roles de los gemelos Pelluco y Rodolfo, la historia cerró de manera trágica y conmovedora.
Cabe señalar que este último capítulo alcanzó 64 puntos de rating, quedando grabado en la memoria colectiva del país.
¿Cómo fue el final de Amores de Mercado?
El punto culminante de este desenlace sucedió con la muerte de Pelluco, quien murió accidentalmente a manos de Ignacio Valdés (Luciano Cruz-Coke), el principal antagonista de esta ficción.
El villano, cegado por los celos, en medio de una celebración disparó sin distinguir entre los gemelos, hiriendo mortalmente al querido personaje de Rudolphy.
Rodeado por sus seres queridos, el vendedor del Mercado Central falleció en la clínica en los brazos de Fernanda (Ángela Contreras).
Un desenlace cargado de emociones
Sin embargo, el destino de otros personajes clave también se reveló en este emotivo final.
Por ejemplo, Rodolfo, tras la trágica muerte de su hermano, decidió redimirse y dejar atrás su vida de lujo y ambición.
Se reconcilió con su verdadera familia, especialmente con su madre Maitén (Loreto Valenzuela) y su hermana Yessenia (Patricia López).
Además, Betsabé comenzó una nueva relación con Rodolfo, lo que le da un giro esperanzador a su vida.
Por su parte, Ignacio terminó pagando por sus fechorías tras ser arrestado y llevado a la justicia, cerrando así su ciclo de venganza y envidia que lo llevó a su autodestrucción.
En tanto, Morgana Atal (Coca Guazzini) también enfrentó las consecuencias de sus actos. Tras los acontecimientos finales, quedó completamente sola, sin el poder ni la familia que tanto valoraba, consumida por su ambición y su frialdad.
Shakira (Sigrid Alegría) y Esaú (Íñigo Urrutia) lograron dejar atrás los prejuicios y restricciones de su entorno religioso.
Asimismo, el desenlace del Chingao fue dramático y sorprendente. Tras una vida de engaños, el delincuente se enfrentó a un destino incierto, ya que, tras ser denunciado por Maitén, nuevamente vuelve a la clandestinidad.
En una icónica escena, el personaje huyó de las autoridades, desapareciendo sin dejar rastro.
Finalmente, la teleserie termina con un homenaje al difunto personaje de Álvaro Rudolphy, donde Mónica y Manfred dejaron sus diferencias para forjar una sólida relación junto a la creación de un nuevo restorán llamado “Donde Pelluco”.