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Entretención

Más allá de 'Gladiador 2': la verdadera historia de Geta y Caracalla, los hermanos emperadores

Escrito por:   Valentina Pizarro

Europa Press
Geta y Caracalla gladiador 2

Gladiador 2

El pasado jueves, llegó a los cines la esperada secuela de Gladiador, de Ridley Scott, protagonizada por Paul Mescal y Pedro Pascal.

Al igual que la primera entrega, la cinta está ambientada en tiempos del Imperio romano. En su trama se mezclan hechos y personajes reales con detalles, eventos y figuras completamente ficticias.

Curiosamente, el hecho de que haya dos emperadores, uno de los aspectos que más inverosímiles podrían parecer a priori en la cinta, en realidad refleja un episodio muy concreto de la historia de Roma.

La secuela de Scott presenta a los emperadores Geta y Caracalla, los hermanos encarnados por Joseph Quinn y Fred Hechinger.

Pero Geta y Caracalla no son producto de la ficción, sino que, al igual que Cómodo, realmente existieron y gobernaron el Imperio romano durante pocos años en el siglo III dC.

La historia real de Geta y Caracalla

Los hermanos gemelos sucedieron a su padre, Septimio Severo, que murió en el año 211 y que había sucedido a su vez a Pertinax.

Y es que la muerte de Cómodo resultó en un periodo convulso en el que muchos se disputaron el poder.

Consciente de la debilidad de su posición, Septimio nombró coemperador a su hijo Caracalla en el año 198, siendo este apenas un niño. Poco después, también a Geta, por lo que, hasta que Septimio falleció, Roma llegó a tener tres emperadores simultáneos.

El reinado conjunto de los hermanos duró poco, apenas dos años, y estuvo marcado por la desconfianza entre ambos.

Caracalla acabó tendiendo una trampa a Geta, asesinándolo, tal y como ocurre en Gladiator 2 donde, instigado por Macrino (Denzel Washington), el desequilibrado personaje de Fred Hechinger asesina al de Joseph Quinn cortándole el cuello.

Más tarde, todo rastro de él fue borrado aplicando la 'damnatio memoriae'. En este castigo se destruían todos los bustos y recuerdos del condenado para que no quedase memoria de él.

Tras la muerte de Geta, Caracalla aún ostentó el poder seis años más, hasta que fue asesinado por orden del prefecto del pretorio Marcus Opellius Macrinus, un noble de ascendencia africana que le sucedió como emperador.