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Canal 13
Este sábado, en un nuevo capítulo de Lugares que hablan, Pancho Saavedra continuó su viaje a la alejada localidad de Puerto Edén, donde conoció a las personas que habitan este poblado, descubriendo cómo viven, lo que hacen y las consecuencias de vivir tan aislados.
El programa de Canal 13 dejó en evidencia la importante labor de conexión y ayuda que realiza la Armada de Chile, después de casi 30 horas de navegación cruzando canales y fuertes mareas para llegar a estas distantes zonas.
Puerto Edén cuenta con cerca de 7 hectáreas donde hay coloridas casas y una pasarela construida de lenga y coihué, que son la postal de bienvenida para los escasos visitantes que se atreven a llegar a este lugar.
Así, el conductor arribó a la casa del único guardaparques que tiene Conaf en este lugar, donde conoció a su familia, compuesta por su esposa y un hijo de 8 años.
El pequeño Juan Guillermo asiste todos los días a la escuela. Y para trasladarse hasta ella lo hace en bote, por lo que sueña ser capitán de su propia embarcación.
Pancho Saavedra, junto al niño y su padre, se trasladaron a la escuela de la localidad, donde conoció al resto de los estudiantes y profesores, quienes le contaron que la escuela se compone de dos cursos.
Uno va de Primero a Cuarto Básico, y otro de Quinto a Octavo, debido a que hay apenas 15 alumnos que integran el recinto educacional.
El rostro de Canal 13 compartió con los niños y adolescentes, quienes le confidenciaron sus necesidades y carencias, viviendo un emotivo momento.
Saavedra les preguntó cómo es vivir en Puerto Edén y ellos, entre sollozos y lágrimas, le respondieron que les gustaría poder terminar el colegio en este lugar, tener mayor cantidad de libros y en buen estado, y pidieron más preocupación por los adultos mayores.
Canal 13
Los niños revelaron la poca conectividad que tienen, la falta de libros y lo abandonados que se sienten por las autoridades regionales.
Con mucha atención y con los ojos llenos de lágrimas, el conductor de Lugares que hablan los escuchó y, antes de terminado el capítulo, les contó que tendrán conectividad gratis por dos años.
Además, comprometió 300 mil pesos en libros nuevos y, junto a esto, les dio una grata sorpresa: todos los niños fueron invitados a subir al buque de la Armada de Chile, para conocer sus instalaciones y a la tripulación.