Desde su estreno en Netflix el pasado 4 de enero, La sociedad de la nieve se ha mantenido como una de las películas más vistas de la plataforma.

La historia destaca por su realismo, ya que el proyecto contó en todo momento con la colaboración de los supervivientes, y los familiares de algunas de las víctimas.

Pero, además de estos testimonios de primera mano, ya en una secuencia del desenlace de la película, se revela una de las fuentes de información que contribuyó a la documentación que refleja la producción.

Un momento clave de la cinta, tiene lugar cuando uno de los supervivientes, Gustavo Zerbino, se niega a ser rescatado sin llevarse una maleta.

Él había estado recolectando recuerdos y cartas de los difuntos durante los 70 días en los Andes y, como retrata la película, no abandonaría el lugar sin los recuerdos de sus compañeros.

Cabe señalar que las cartas de Coco y Arturo, dos de los muertos, se guardaron en esa maleta.

La negativa de Zerbino a irse sin las cartas, ayudó a mantener un recuerdo aún más vivo de lo ocurrido.

Dichos escritos contienen valiosa información sobre la experiencia real de los supervivientes y los fallecidos.

Aunque J.A. Bayona y su equipo contaron con los testimonios de los supervivientes, la información de esas cartas fue crucial para recrear el espíritu de la película, dotándola así de un mayor realismo y autenticidad.