Este 4 de enero se estrenó en Netflix la impactante película La sociedad de la nieve, la cual rápidamente causó furor entre el público.

Esta cinta de J. A. Bayona vuelve a contar la tragedia de los Andes ocurrida en 1972, pero en esta apuesta, gracias a los avances tecnológicos, se pudo filmar en el lugar exacto donde ocurrió la historia de supervivencia a 12,000 pies sobre el nivel del mar.

En esta oportunidad, a diferencia de la clásica ¡Viven!, son actores uruguayos y argentinos los que interpretan a esos jóvenes sobrevivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que se vieron obligados a recurrir al canibalismo para no morir de hambre.

Recordemos que este dramático hecho se originó cuando el avión que despegó en Montevideo rumbo a Santiago de Chile se estrelló contra una montaña y cortó ambas alas y la cola antes de deslizarse por un glaciar y estrellarse contra la nieve.

La tragedia de los Andes

Tras el accidente y cuando los tripulantes se encontraban al borde de la muerte, Roberto Canessa y su amigo Nando Parrado, se atrevieron a transitar por la montaña para conseguir ayuda, lo cual quedaría guardado en sus memorias para siempre.

Puede que estemos caminando hacia la muerte, pero prefiero caminar hacia mi muerte que esperar a que llegue a mí“, le dijo Parrado a Canessa en la cima.

Con un frío extremo y un vestuario completamente improvisado para soportar las bajas temperaturas y el entorno de viento y nieve, la búsqueda dio resultado.

Cuando encontraron ayuda y los rescatistas llegaron al lugar del accidente, solo 16 de los 33 pasajeros sobrevivieron.

Canibalismo para sobrevivir

Cuando algún compañero moría, cortaban la carne de los cadáveres “en medio de mucho tormento y examen de conciencia“, contó el propio Canessa.

“Las finas tiras de carne congelada las dejamos a un lado sobre una chapa. Cada uno de nosotros finalmente consumió su pedazo cuando pudo soportarlo”, relató en su libro Tenía que sobrevivir.

Roberto reconoció a People que ver esta nueva película le resultó difícil porque era revivir la tragedia filmada en el lugar donde ocurrió.

Aquellos días varados en la montaña, los pasajeros crearon una estructura improvisada en el fuselaje del avión y trataban de mantenerse cálidos.

Ya en la primera noche murieron cinco de ellos a causa del clima. Para sobrevivir apenas contaban con ocho barras de chocolate, una lata de mejillones, unos dátiles, una lata de almendras, tres pequeños frascos de mermeladas, ciruelas, pasas, dulces y varias botellas de vino.

En esa espera dolorosa lograron hacer funcionar una pequeña radio a través de la cual se enteraron de que habían dejado de buscarlos.

A los 17 días de estar allí, una avalancha golpeó el avión ya destruido y se cobró la vida de ocho pasajeros más.

Fue entonces que Canessa y Parrado decidieron salir a la montaña y no quedarse allí esperando la muerte.

Tras caminar tres días se encontraron con un grupo de pastores chilenos que los ayudaron a ser rescatados por la Fuerza Aérea de Chile.

Pero Juan Antonio Bayona, director de La sociedad de la nieve, quería contar la historia en su lengua natal y sintió que “faltaba algo por contar“.

“(Era) darles a aquellos que no habían vuelto la posibilidad de expresarse. Y es ahí donde encontramos el giro que le dio sentido a esa película”, graficó.

Revisa el impactante tráiler de La sociedad de la nieve de Netflix