El próximo sábado, a las 17:30 horas, se transmitirá un nuevo episodio de Chile lindo, el país que soñamos, en Canal 13, donde estará invitada Paulina Urrutia.
La destacada actriz recorrerá Peulla, pequeña localidad que se encuentra en una alejada orilla del lago Todos los Santos, en la Región de Los Lagos, junto a Sol Leyton, conductora del espacio.
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En ese contexto hablará de cómo nació la idea de La memoria infinita: “Fue algo muy especial. Yo hacía clases en una universidad y, como se ve en la película, todas las actividades que yo hacía, las hacía con Augusto”.
“Se nos ocurrió hacer una capacitación, a la cual fue Maite (Alberdi) y Augusto estaba de alumno, entonces ella quedó impresionada por ver a Augusto siendo parte e integrado. Creo que ahí se le ocurrió la idea… y cuando ella lo propuso, él le dijo que sí quería“, recordará.
Luego confesará que ella y los hijos del periodista se resistieron por el nivel de exposición que iba a significar. Sin embargo, Góngora insistió en hacerlo y, finalmente, accedieron a grabar.
Una historia de amor de Paulina Urrutia y Augusto Góngora
También comentará sobre lo bien que el público recibió el hecho que ellos hayan compartido esta historia de amor: “Creo que tiene que ver con Maite (Alberdi) y de cómo ella se contactó con Augusto”.
“Ella siempre hablaba de la historia de amor de nosotros y yo no entendía eso, porque yo siempre vi este documental como algo de Augusto”, asegurará.
Y añadirá que “a mí lo que más me ha impresionado es que a la gente joven le guste, se fascinan con esta película, lo único que ve es la historia de amor. Es una cosa muy extraña, porque es una historia de dos personas mayores. Y uno dice, ‘pero ¿qué es lo que ven?’. Y claro, ven amor, efectivamente ven amor”.
“Ver cuando comienza el amor y ver cuando termina… nosotros nos miramos siempre con el mismo amor, o sea, nunca dejamos de vernos tal cual, de cómo nos percibimos al inicio, y eso fue así hasta el final. Hasta el final es posible amar así. Y creo que eso es lo que busca hoy día la juventud. Eso viví y eso vivió Augusto también”, declarará.
El proyecto del documental
El proceso de hacer este proyecto y de acompañar a Augusto Góngora duró seis años y ambos vivieron duros momentos.
“Son las cosas más duras, más difíciles, ahí está realmente el amor. Descubrirnos, complementarnos y estar el uno para el otro, y yo creo que eso es lo que siente la gente joven, sienten que es posible amar con esa intensidad”, reflexionará Urrutia.
Además, explicará que “Augusto me regalaba permanentemente el placer, el placer de la vida, no el deber ser, sino que el placer de la vida, que es lo que más me cuesta, porque es prestado. Eso es lo que más me cuesta tener, porque en el fondo yo lo paso bien, pero está primero lo que tengo que hacer, está primero el deber”.
Finalmente, Sol le consultará sobre los sueños que tiene y ella contestará que “soy muy mala para soñar… tengo un nivel de cansancio que no lo tengo consciente aún y que en el fondo lo único que quiero ahora es descansar y parar un rato. A lo mejor ahí, cuando me detenga, puedan surgir los sueños y las ganas”.
“Me siento plena, escuchada y respetada, y creo que una de las cosas más frágiles de la vida es la necesidad que todos tenemos de sentirnos queridos, y yo creo que soy una persona que ha recibido mucho cariño en la vida, entonces, ¿qué más puedes pedir? Me siento una mujer agradecida y muy tranquila conmigo misma, porque siento que he hecho las cosas bien”, puntualizará Urrutia.
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