“No pueden tener sexo”, advirtió Gran Hermano, la noche de este miércoles, a Sebastián y Constanza, quienes protagonizaron un apasionado momento en el encierro.

Lo anterior, ya que ambos habían bebido alcohol, explicó la voz en off, al interior del reality show, por lo que ambos debieron detenerse en el acto.

Este es parte del estricto protocolo que existe en torno al programa, sobre las relaciones sexuales. Allí se establece, por ejemplo, que ambos participantes deben dar explícitamente su consentimiento.

Lo anterior les ocurrió a Francisca Maira y Lucas Crespo, quienes fueron alertados de esta situación por Gran Hermano, hace unos días.

Lo cierto es que este rígido reglamento es relativamente nuevo en el formato, y se creó luego que se viviera una fuerte polémica en 2017, en Gran Hermano Revolution, en España.

En aquella oportunidad, Carlota Prado, una de las participantes, fue violada por José María López, tras una de las fiestas del espacio de telerrealidad.

El agresor fue condenado a 15 meses de prisión como autor responsable de un delito consumado de abusos sexuales.

El caso de abuso sexual que cambió las reglas en Gran Hermano

Los hechos ocurrieron el 4 de noviembre de 2017, López y Prado formaron parte de una fiesta, en donde se les proporcionó alcohol a los jugadores.

Eso, sumado a la “escasez de alimentos” que atravesaban al interior del encierro, llevó a la joven a terminar en un estado de intoxicación etílica, perdiendo la conciencia, informa el medio hispano El País.

José María lópez Carlota Prado Gran Hermano Revolution
Captura

Fue aquí que, de acuerdo a la sentencia, López “le quitó los pantalones -ambos en la misma cama-, y comenzó a realizar, bajo el edredón, movimientos de carácter sexual, pese a que la víctima débilmente dijo ‘no puedo’”.

“Pese a que el acusado le pidió en varias ocasiones que abriera los ojos, Carlota permaneció inmóvil (…) Los movimientos lúbricos del condenado continuaron varios minutos más, hasta que la víctima se destapó la cara y un brazo y se dejó ver su estado inerte“, manifestó la sentencia.

Cabe señalar que en este punto, uno de los miembros del programa detuvo la escena, momento en que “Carlota vomitó y se mostró completamente aturdida”.

Asimismo, el dictamen estableció que López “sabía de la falta de consentimiento de la perjudicada”. También precisó que la usó “a modo de juguete inflable de una forma que degrada todo significado jurídicamente admisible de un acto sexual”.

Carlota Prado vio el video

La víctima, mientras estaba en el programa, vio las imágenes de la agresión sexual y no pudo contener las lágrimas.

Por favor, para ya. Sigue el puto audio. Quítalo”, pidió, al no poder soportar ver las imágenes.

“Tráeme algo que me relaje, porque tengo el corazón a mil“, dice, totalmente consternada, Prado, mientras ‘Súper’, el equivalente a la voz de Gran Hermano acá en Chile, le entregó un particular consejo.

“Este tema, por José María y por ti, por el bien de ambos, no debe salir de aquí”, comentó.

“¡Ábreme, por favor! Déjame salir”, insiste ella, pero esto no sucede.

López fue expulsado al día siguiente del programa, en tanto que Prado, por su parte, siguió en el encierro, mostrando cómo su salud mental empeoró producto del estrés.

Por último, en abril de este año, José María López, fue condenado a prisión por 15 meses, además de cuatro años de alejamiento e incomunicación con la víctima.

Ella, además, recibió una indemnización de 6 mil euros, es decir, casi 5 millones y medio de pesos chilenos.