Este viernes, Paty Maldonado estará en el programa Podemos Hablar de Chilevisión, y contará nuevos detalles del grave accidente automovilístico que sufrió el 9 de junio pasado. Sin embargo, la mujer hará otras declaraciones relacionadas con su vida sexual, revelando cómo lo hace para satisfacer sus deseos sin su pareja.

En un momento del programa (al que tuvo acceso Página 7), la entrevistada reconoció que decidió compartir sus inquietudes del tema con Raquel Argandoña.

“Un día le digo ‘sabes que le estoy exigiendo mucho a mi marido’. No es lo mismo a los 15, 30, 40, que a los 70 y tantos años. ‘Y todavía estoy como ganosa, ¿qué hago?’, le dije”, contó Patricia.

Tengo un dato, Maldonado. Apumanque, primer piso abajo, yo te acompaño”, le habría respondido su amiga.

Así, partieron a una tienda que dejó impresionada a la actual panelista del programa Tal Cual.

“Dije ‘me gustó ese caballero'”, ante lo que la vendedora le comentó que ese era un juguete “muy moderno”. Pero ese no fue el único que llamó la atención de la mujer, quien finalmente se llevó ambos.

“La carga es distinta, me dijo, porque usted tiene el cargador, tiene dos pinchitos, que los tiene que pegar, hace contacto y se carga. Me dijo ‘parta con el grande y póngalo en el uno, y posteriormente vas graduando, cuando ya te acostumbres'”, fueron las explicaciones que le dieron en el sex shop.

Los juguetes sexuales de Paty Maldonado

Posteriormente, Paty Maldonado siguió sorprendiendo con su relato, pues confesó que les puso nombres a sus nuevos juguetes.

“El más grande se llama Frank Sinatra, y el otro, que es más chiquito, se llama Dean Martin. Ellos actúan, entonces, cuando me entra el ángel malo, o el ángel cochino, el ángel me dice ‘hoy me toca con Frank Sinatra'”, indicó.

“Lo tengo en mi velador, abajito, en un mueble. No me pregunta nada, lo paso el descueve, y no molesto a nadie“, añadió.

En esa línea, explicó que su objetivo era no exigirle a su marido Jorge. “A veces le digo, si Frank Sinatra también se cansa, ahora le toca a usted, y hace su esfuerzo, pero no es lo mismo. Le cuesta un poquito, para no exigirle, porque le cuesta”, cerró.