Mónica Ramos puso en duda su continuidad en Gran Hermano. La mujer de 77 años se mostró reflexiva, durante las últimas horas, en el reality show de CHV.
“Si a mí me hubieran dicho ‘tú vas a entrar con un grupo de jóvenes’ lo habría pensado. Aquí la mayoría es menor de 40 años y de repente me encuentro como poroto en paila marina o gallina en corral ajeno”, aseguró.
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Pero sus descargos no quedaron ahí: “Cuesta acostumbrarse a la juventud, con todas sus cosas. Yo tengo que ponerme a la altura de ellos y no ellos a la mía”, agregó.
“Algo que me hizo aterrizar fue cuando dije ‘qué mierda estoy haciendo aquí’, compitiendo con la juventud“, manifestó Mónica.
La emoción de Mónica en el confesionario de Gran Hermano
Asimismo, Mónica reaccionó a los dichos de Jorge en el encierro, quien sostuvo que “esta no es una situación para una persona de la tercera edad, se lo digo con todo el corazón y mirándola a los ojos”.
“Si yo tuviera a mi abuela, que también tiene hipertensión y diabetes, en un ambiente donde todas las personas no duermen, donde no hay comida, yo mismo iría a sacarla”, añadió Jorge hace unos días.
Por lo mismo es que ella comentó que creía que Jorge la nominaría y luego, en el confesionario, reveló qué es lo que ella puede aportar a la casa.
“Les enseñaría que ellos supieran escuchar, porque no saben. Y también que aprendan a tolerar”, argumentó Mónica.
De todas formas, aclaró que “yo me siento bien y llegaré hasta donde más se pueda”.
“Nunca, con los años que tengo, pensé en tener este regalo, conocer una parte tan linda, con los jóvenes que hay aquí. Estoy muy agradecida a que me hayan invitado. Estoy emocionada, contenta y muy feliz”, sentenció.