Ana Sol Romero dio un giro esencial en su vida tras radicarse en Miami junto a su familia: su esposo Douglas y sus hijos.

Si bien en nuestro país estaba ligada a las comunicaciones, lo cierto es que en Norteamérica decidió emprender nuevos rumbos, de la mano de Ivette Díaz, su socia.

En conversación con LUN, detalló que ingresó al mundo de la remodelación de viviendas hace cuatro años.

“Me fascina el tema de las remodelaciones. Mi casa en Weston, en Miami, la hice entera de nuevo. Lo único que dejé parado fueron las paredes”, partió contando.

“Veo una casa y sé el potencial que tiene y cómo modernizarla”, agregó.

Según contó la periodista, “acá la gente mantiene perfectas sus casas, con sus mantenciones, pero no se preocupan de ir renovándose, de darles un toque un poco más moderno a lo que estamos acostumbrados. Ellos viven en la casa porque les sirve solamente”.

En esa misma línea, comentó que ellos “no quieren vivir el proceso de remodelación, de lidiar con los maestros, que es lo más caro. La mano de obra cuesta mucho”.

Ana Sol Romero y equipo de trabajo

Para que su empresa resultara, armó su propio equipo de trabajo de diez especialistas, entre los que se encuentran gásfiter, pintores, eléctricos, etc.

Cada uno tiene una empresa familiar y nos conocemos entre todos”, afirmó.

 

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“Me considero una buena líder del equipo y he logrado entender el mundo de los maestros y trabajar con ellos. Hay que estar siempre presente para que las cosas funcionen y tomar cada remodelación como si fuera la propia”, cerró.