Kathy Orellana está atravesando un complejo momento familiar. Hace unos días reveló que su madre fue operada producto de un accidente cerebrovascular, además de un ataque al corazón.
La señora Clara Soto, como se llama su madre, se mantiene hospitalizada en el recinto de salud San Juan de Dios.
La rutina de la cantante cambió en 180 grados, ya que ella lleva seis meses en el centro de rehabilitación Creeré Chile, por una adicción al alcohol. Con su madre hospitalizada, tuvo que pedir permiso para cuidarla.
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“Mi rutina es bien intensa… Desde que la operaron me vengo de Rancagua en bus al hospital San Juan de Dios. Le doy el almuerzo, la once y la cena. La acompaño y le converso para que no se sienta sola y no esté tan perdida. Después tendremos que hacerle terapias cognitivas”, contó a LUN.
Katherine aseguró que “sigo con mi tratamiento y de hecho, todos los días me comunico con mis directores y terapeutas que me llaman para saber cómo estoy”.
“Cuando mi mamá se estabilice y le den el alta, me organizaré con mis hermanos (Giselle y Jonathan) para cuidarla en la rehabilitación, porque quedó con inmovilidad en su parte derecha. Es un proceso que se viene largo”, agregó.
A pesar del complejo panorama que enfrenta, precisó que “ante la adversidad yo miro el crecimiento, porque eso me va a unir más con ella. Me va a enseñar a ser mejor mamá, a entender muchas cosas que uno no ve cuando está en la comodidad”.
Katherine Orellana y tutela de su hijo
Recordemos que la tutela del hijo de la cantante la tiene su madre. No obstante, por estar con problemas de salud, un familiar está a cargo del menor de edad.
“Mi hijo está con una prima porque en tribunales quedó establecido que si a mi mamá le pasaba algo, ella quedaba con la tuición”, explicó Kathy.
En esa misma línea, comentó que “he presentado varios escritos a los tribunales de Rancagua para que me levanten la medida cautelar, porque no me puedo acercar a mi hijo (Facundo, 10 años) durante dos años. Ya llevo casi uno”.
A pesar del alejamiento de Facundo, comentó que “me entero de todo, pero no puedo hablar con él. Puede ser contraproducente para él y para mí si quiero recuperar la tuición de mi hijo. Sé que no es de un día para otro, pero estoy preparada”.
Finalmente, reflexionó en torno a las acciones que ha realizado en los últimos años, precisando que “en este momento estoy teniendo lo que me he ganado por mis malas decisiones, aunque también he ganado mecanismos para entender que puedo recuperarlo. Ya no soy la mujer de antes. Gracias al tratamiento estoy pensando bien. Me ha cambiado todos los puntos de vista de lo que me pasa. Veo todo positivo”.